La contaminación acabará con los corales del Atlántico en pocas décadas

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LAVOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Investigadores vigueses confirman que del CO2 está afectando a las aguas profundas

27 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Científicos del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo llevan quince años participando en campañas internacionales, junto a colegas franceses, para medir el ph (grado de acidez) del océano Atlántico. Las conclusiones a las que ha llegado el equipo que ha participado en la última de dichas campañas, bajo la dirección de Fiz Pérez, es que la acidificación del agua está alterando los ecosistemas profundos y está afectando de forma muy importante a la comunidad de arrecifes de coral.

Explica Fiz Pérez que el hecho de que dichos arrecifes sean la base de unos delicados ecosistemas marinos profundos, con miles de años de historia, los convierte en un elemento esencial para determinadas especies, que no solo buscan en ellos cobijo, sino que los han convertido en su hábitat.

La metodología empleada en tres lustros de investigación ha permitido a los científicos hacer una proyección en el tiempo, en concreto desde 1850 hasta la actualidad. La fecha de partida no fue elegida al azar, sino que la fijaron coincidiendo con el arranque de la industrialización.

Durante todo este tiempo, la circulación oceánica ha favorecido la presencia de corales a profundidades de hasta 3.000 metros. Esto es posible porque las aguas cálidas y salinas con altos valores de ph que suben del sur, se hunden una vez enfriadas fuertemente desde Portugal hasta Groenlandia y regresan cargadas de carbonato de calcio (lo que los científicos llaman altas sobresaturaciones de aragonito), un componente que favorece la formación de estructuras calcáreas.

El estudio realizado bajo la dirección de Fiz Pérez demuestra, entre otras cosas, que la circulación de retorno transporta alrededor de un 40 % menos de carbonato de calcio que a mediados del siglo XIX, reducción que si bien aún no está teniendo una repercusión muy negativa en los corales de profundidad, dado que están tirando de su capacidad de acumulación, si permite avanzar que desaparición de una parte importante de los arrecifes solo podrá frenarse si se reduce al mínimo el uso de combustibles fósiles.

Los efectos de la acidificación del agua que provoca el cambio climático se incrementarán hasta tal punto que Fiz Pérez y su equipo vaticinan que en poco más de tres décadas el descenso de aragonito podrá situarse hasta en el 79 %, lo que propiciará que al menos dos tercios de las comunidades de corales que ahora pueblan las aguas profundas del Atlántico desaparezcan por la invasión de aguas corrosivas para sus estructuras calcáreas.

Han centrado el estudio en el Atlántico porque es, con diferencia, el océano que congrega más arrecifes de coral por debajo de los 1.000 metros de profundidad. Es la circulación del agua, en forma de cinta transportadora, que lleva la caliente y salina en superficie hacia el norte para, allí enfriarse y regresar en este caso ya hundida, la que propicia su existencia. «En el Pacífico prácticamente no hay corales de agua fría», asegura Fiz Pérez.

Fiz Pérez: «Las huellas del cambio climático son más que perceptibles»

Salvar los arrecifes de coral que pueblan distintas zonas del Atlántico es salvar un ecosistema histórico. Es lo que sostiene Fiz Pérez, director de un estudio que demuestra que la contaminación por dióxido de carbono que provocan los combustibles fósiles está modificando «más de lo que se pensaba», la vida en las profundidades marinas. «El cambio climático es un hecho», subraya.

Hace tiempo que los científicos vienen alertando de que la acidificación de las aguas se está convirtiendo en una de las principales amenazas para los océanos. Los datos del estudio que ha dirigido y que ha publicado la revista Nature, no dejan a dudas. «Las huellas del cambio climático son más que perceptibles», dice Pérez, que hace hincapié en que el trabajo que han realizado no va de corales. Por si no queda suficientemente claro apostilla: «Va de las condiciones de las aguas en la que viven los corales y se pueden encontrar en las próximas tres décadas».

En definitiva, es una nueva llamada de atención, la enésima, sobre la necesidad urgente de adoptar políticas que permitan invertir la tendencia que se traduce en aumento de la temperatura y la acidificación del agua o la subida del nivel del mar, entre otras cuestiones.

Si algo quedó claro en el ultimo congreso de la FAO celebrado en Vigo en octubre es que las especies del hemisferio norte se están desplazando cada vez más al norte.