El Club Marítimo de Vigo renace de la injusticia

VIGO CIUDAD

cedida

La histórica sociedad, castigada a fusionarse con el Náutico tras la Guerra Civil, regresa con el campeonato de Europa de Láser

27 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Era el club de mar más potente de la ciudad. Sumaba, en 1931, más de mil socios, mientras el Real Club Náutico apenas superaba los cien. Pero el Club Marítimo de Vigo, preferido por los deportistas, fue una víctima colateral de la Guerra Civil. El recién estrenado régimen no perdonó que su primer presidente, Agustín Rivas Villanueva, hubiese concurrido en las listas con Izquierda Republicana. Y, en 1939, se obligó al club a fusionarse con el Real Club Náutico y a desaparecer.

En la operación, tuvieron que entregar también la concesión administrativa donde hoy se levantan la piscina y la sede del otro club. Y, en el acta de fusión, se plasmó una frase que deja claro el lugar que ocupaban unos y otros: «los señores socios del Real club Náutico de Vigo y los productores del Club Marítimo». Arriba y abajo: la élite social fagocitaba a las clases populares.

Pero el Club Marítimo de Vigo vuelve a existir. Casi ochenta años más tarde, acaba de renacer con socios, una sede en las instalaciones de PortoCultura y un evento para regresar por todo lo alto: organizan el Campeonato de Europa de clase Láser, un evento de vela olímpica que en octubre traerá a la ciudad no menos de cien embarcaciones y a más de mil personas.

La refundación del Club Marítimo de Vigo debe mucho a su nuevo comodoro, Manuel Seoane. El presidente del Rápido de Bouzas escuchaba a su padre contar los éxitos de la institución. Y, aunque es matemático de carrera, como gran aficionado a la historia comenzó a buscar el pasado del club. Y encontró viejos carteles, muchas anécdotas y también la grímpola roja y blanca, como la bandera de Vigo.

«Aunque el club desapareció, no murió el sentimiento de un montón de gente, que fuimos del Náutico, pero no olvidamos las historias familiares sobre el Marítimo», explica Seoane, quien reconoce la audacia de los refundadores para rescatar un club en los tiempos que corren. Aunque ahora es dirigente de fútbol, con el Rápido haciendo historia, también acumula muchos años de experiencia como gerente del Monterreal Club de Yates de Baiona.

Del Marítimo puede decirse que era la modernidad frente al conservadurismo. En su sede social, durante la República, estaba grabado en bronce este lema: «Democracia y libertad». Es fácil, por tanto, imaginar como se instó a su desaparición y su historia fue silenciada tras la Guerra Civil. Y eso pese a sus pasados éxitos en la vela, el remo y como creadores de un evento que pervive: la travesía a nado de la Ría de Vigo.

El Marítimo de Vigo fue también pionero en la incorporación de la mujer. De hecho, fue el primer club de España en organizar regatas de remo para señoras.

La existencia de dos clubes de mar en la misma ciudad era algo común. «Digamos que los llamados ‘náuticos’ eran más de bailes de salón, y los llamados ‘marítimos’ estaban más volcados en lo deportivo», resume el nuevo comodoro.

Pero la crónica negra llega con la Guerra Civil. Algunos socios son presos o fusilados. Y se promueve la fusión con el Náutico, que además se queda con la concesión administrativa de la dársena donde hoy están sus instalaciones. Y eso que el Marítimo ya contaba con un proyecto de arquitectura para su sede y piscina. Fue sustituido, tras la absorción de 1939, por un nuevo diseño, encargado en 1944 al arquitecto Francisco Castro Represas.

El nombre del Marítimo desapareció del mapa. Su historia fue ocultada. Y su grímpola fue redescubierta por Manuel Seoane en un antiguo cartel que compró en una librería de lance. Pero el recuerdo de aquel club pervivió en la memoria de muchos aficionados al remo y a la vela. Y ahora su nombre revive, ocho décadas más tarde, para organizar un campeonato de Europa de Láser, disciplina olímpica. Que tendrá su base -ironías del destino- en la dársena situada delante mismo del Real Club Náutico.

«Es distinta sociedad», señala Manuel Seoane, «la original fue absorbida y desapareció, pero nosotros hemos recuperado su nombre, recordamos su historia y queremos seguir organizando competiciones y, muy pronto, tener escuelas de vela y remo». Así que vuelve a la vida el Club Marítimo de Vigo, que tenía una letra de su himno que nos hace imaginar que levantaba urticarias desde 1936: «¡Marítimo! Crisol de deporte/ y democracia/ vivero de hombres/ de buena voluntad».