Al no saber si son alérgicos, no pueden usar el fármaco
28 ago 2018 . Actualizado a las 13:32 h.Los bomberos trabajaron a destajo el otoño pasado para eliminar nidos de la avispa asiática inyectado veneno con una pértiga después de que se registrase una víctima mortal en Vigo. Los funcionarios prevén empezar en mayo una nueva campaña contra la velutina y quieren ir protegidos con un kit que incluye el antídoto del veneno. Necesitan estar abastecidos de estos fármacos de protección a pesar de que la acción de la vacuna caduca a los seis meses, lo que coincide con el fin de la campaña entre octubre y diciembre contra la avispa. El kit también sería útil para aplicar a terceros.
Sin embargo, el servicio médico del Concello advirtió en una reunión con los bomberos y el área de Recursos Humanos y Formación de Vigo de los riesgos que acarrea este antídoto si se inyecta a un alérgico. Lo que nadie sabía hasta ahora es que los equipos de intervención no podían usar el kit del antídoto contra la picadura porque, previamente, ignoran si son alérgicos al veneno. El caso se complica si le tienen que inyectar la dosis a un tercero del que desconocen si reacciona mal.
El problema ha surgido porque algunos expertos del Concello han descubierto que el kit no sirve para aquellos que son alérgicos. Además, tiene una caducidad de seis meses y no es efectivo pasado ese tiempo ante una picadura en alérgicos. La cuestión es que nadie sabe si reacciona mal al veneno hasta que recibe la primera picadura, que cada vez causa peores síntomas. Una persona que reciba una tercera picadura podría morir por la acumulación del veneno.
Los mandos de los bomberos insisten en que sus hombres reciban formación y que en caso de sufrir una picadura y tener alergia se puedan inyectar la vacuna en el momento. Pero el problema es que los médicos creen que si no se sabe si la persona no es alérgica, es mejor no inyectar el antídoto. Los bomberos ven el kit como una solución de emergencia que debería ir acompañada de un teléfono al que llamar para recibir instrucciones médicas.
El Ayuntamiento ha tomado cartas en el asunto para buscar soluciones alternativas como impartir un curso fitosanitario sobre cómo actuar con las avispas velutinas y un taller de primeros auxilios. Otra idea es hacer un listado de los bomberos que fueron picados alguna vez para que dichas personas hagan las pruebas de alergia. Los servicios médicos son favorables a que el personal reciba formación.
El hecho de cambiar de método para erradicar los nidos ha reducido el riesgo de los bomberos. Antes subían hasta el alto del árbol y lo retiraban con las manos. Desde hace unos meses, trabajan desde el suelo con una pértiga y actúan mucho más rápido. Pero incluso hay riesgo porque el personal manipula una bomba de inyección con una sustancia venenosa que se introduce en el avispero. Esta acción en la que se manejan productos tóxicos solo puede realizarla una persona que previamente haya superado un curso fitosanitario. En todo caso, los bomberos necesitan medios de protección.
El dilema surgió cuando los médicos explicaron a los mandos de bomberos cómo funciona el kit con el antídoto. En la primera picadura no provoca la crisis, pero sensibiliza al afectado. El problema de que los bomberos se lo apliquen a un tercero es que desconocen sus patologías.
Para los oficiales del cuerpo de emergencias lo más importante es tener formación y saber cómo actuar en esos momentos. Ven preferible telefonear al 112 para pedir instrucciones antes que ir por ahí inyectando antídotos a la gente.
La necesidad de formación también incluye el taller de primeros auxilios para evaluar si la picadura tiene riesgo o no.
Sobre las vacunas, el informe médico del Concello revela que puede haber muchos falsos positivos. La conclusión es que muchos bomberos tendrían que quedar sin hacer la intervención. Una propuesta es hacer las analíticas a quienes la solicitasen de forma voluntaria. No serían obligatorias para las personas que no tuviesen una picadura previa de riesgo. La razón es que, según los expertos, no está demostrado, desde el punto de vista médico-epidemiológico, que reporten ningún beneficio para el trabajador ni para la protección de su salud.
Algunos mandos de bomberos creen que la prueba de positivo de alergia no va a garantizar nada y creen que el equipo de protección es lo mejor que se puede ofrecer al trabajador.
Faltan unos meses para el inicio de la nueva campaña y los bomberos exigen protección.
La campaña contra la avispa asiática comenzará en mayo y finalizará en torno a octubre