Las turborrotondas reducen los accidentes de tráfico a la mitad

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

MARCOS CANOSA

En Castrelos y Gran Vía bajó más de un 70 % la siniestralidad

13 feb 2018 . Actualizado a las 13:18 h.

La reducción de la siniestralidad es el argumento al que se agarra el gobierno local de Vigo para expandir el sistema de turborrotondas que ya funciona en siete glorietas del centro urbano. Desde su implantación, los accidentes de tráfico en el interior de las mismas se redujo en un 55 %, explicó ayer el alcalde de la ciudad, Abel Caballero. El regidor empleó estos datos para anunciar la intención del gobierno local de seguir extendiendo este modelo a otras intersecciones. «Estamos estudiando la posibilidad de hacer una en la plaza del bicentenario, frente al Concello, pero todavía no está decidido», reconoció Caballero tras anunciar la inminente conversión de la rotonda que conecta García Barbón con Rosalía de Castro.

El regidor se mostró especialmente orgulloso del sistema de funcionamiento de estas rotondas en las que se divide el tráfico queda dividido mediante líneas continuas en función de su destino. De esta manera se evitan los cambios de carril en el interior de la glorieta que provocan la mayor parte de las colisiones. En este sentido, destacó Caballero que las siete glorietas de este tipo que hay en la ciudad han reducido de forma considerable su siniestralidad. Según datos que maneja el Concello, la mayor caída de la siniestralidad se dio en la conexión de las calles Castrelos y Alcalde Portanet, frente al parque de Castrelos, donde el número de colisiones se redujo en un 75,76 % desde la adopción de este sistema.

Están suponiendo «un éxito magnífico», porque contribuyen a reducir las retenciones en la circulación y aumenta la seguridad de los conductores, destaca el alcalde. También se refirió Caballero al proceso de adaptación de los conductores a estas innovadoras rotondas. «La primera vez que te metes, aprendes; en la segunda ya sabes cómo funciona», apunta para destacar la mejora en la fluidez del tráfico.

En la intersección entre las calles Baleares y Gran Vía, los accidentes se redujeron en un 72,58 % desde que se implantó la nueva señalización horizontal. En un 71,11 % cayó la siniestralidad en la rotonda del barco Alfageme, que conecta las calles Castelao, Echegaray y O Grove. Entre Beiramar y la calle Coruña, el número de accidentes bajó en un 26,53 %. En la ruta hacia las playas hay dos turborrotondas, en la de Navia que reparte el tráfico entre la Avenida de Europa y la VG-20, las colisiones se redujeron en un 41,46%, mientras que en la de llegada a Samil cayeron un 66,67%. La última en implantarse fue en la conexión entre Jenaro de la Fuente con la Travesía de Vigo. Y estos meses los accidentes bajaron en un 30,43 %, de acuerdo con los datos facilitados por el alcalde.

Vigo dispone de siete turborrotondas, pero podrían ser nueve con la de García Barbón y, si finalmente se lleva a cabo, la de la plaza del Bicentenario que conecta Venezuela, Camelias y Marqués de Alcedo. Pero el alcalde no cierra la puerta a ampliar esa cifra todavía más. «Los técnicos estudian todas las rotondas y en las que sea recomendable, las convertiremos».

La señalización de este tipo de glorietas es simple, las líneas continuas delimitan los carriles y distribuir el tráfico unos metros antes de llegar a las glorietas.

La de García Barbón-Rosalía de Castro se suma al nuevo modelo de rotondas

La nueva turborrotonda de Vigo estará en la intersección de las calles García Barbón y Rosalía de Castro. Su conversión es inminento, aseguró ayer el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, al afirmar que están esperando a que las lluvias den una tregua para comenzar las labores de pintado y señalización de la zona. Cuando se lleve a cabo, el carril exterior de la rotonda, en dirección al nudo de Isaac Peral, se utilizará para continuar por García Barbón. El interior, para girar hacia Rosalía de Castro. En el sentido contrario, habrá que usar el carril interior para avanzar por García Barbón.