Vigo tarda seis meses más que Pontevedra en tramitar la risga

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Jacobo Philippot

La media de espera para conseguir la renta de integración social en la ciudad es de 190 días frente a los 30 de la capital

12 feb 2018 . Actualizado a las 16:42 h.

Vigo es la ciudad de Galicia en la que más tiempo tienen que esperar los solicitantes de la renta de integración social (risga) por su tramitación. En concreto, un ciudadano vigués espera una media de 190 días para saber si la Consellería de Política Social le ha concedido la ayuda. En el polo opuesto se sitúa Pontevedra, donde la solicitud se resuelve con mucha más agilidad en apenas 30 días, según datos del 2017 de la propia Xunta.

En lo que se refiere al último lustro, el 2016 fue el más liviano para los vigueses, con una espera media de 147 días. Por el contrario, más paciencia tuvieron en el 2015 al aguardar 230 días para saber si podrían comer.

El delegado de la Xunta en Vigo, Ignacio López-Chaves, achaca las malas cifras de la ciudad a los retrasos que acumulan los trámites previos en los servicios sociales del Concello por falta de personal, lo que hace que lleguen a la Consellería 150 días después de la entrega. Pone como ejemplo otros municipios del área metropolitana donde, dice, tardan en hacer el expediente entre nueve y 25 días. En el caso de Mos cobran la risga cuatro meses antes.

El Concello de Vigo se defiende recordando las inversiones que destina a tema sociales. Es el caso, señala, del cheque social, al que este año dedica 1,6 millones y que tiene como fin colaborar en los pagos de vivienda, energía y alimentación de las familias con escasos recursos. A las anteriores añade el apoyo domiciliario a persona mayores durante un año, al que se reserva 93.000 euros, mientras que 238.000 van a parar a los comedores sociales y 70.000 a Xantar na casa.

Sin embargo, la situación precaria de muchas familias parece no tener fin a juzgar por las cifras. A 31 de diciembre del 2017 los beneficiarios en nómina de la risga en la ciudad eran 2.427, nada que ver con el resto de las ciudades gallegas. La más próxima es A Coruña, con 1.188. Las solicitudes presentadas en ese mismo año en Vigo llegaron al millar y la inversión fue de 12 millones.

La cuantía de la risga ronda los 400 euros, aunque varía en función de las características del solicitante. «Yo cobro 403 y me han servido para salir de la calle. Con eso pago 200 euros por el alquiler de una habitación y con los otros 200 como. Como no tengo vicios, me las apaño. Si un día gasto cuatro en vez de tres, al siguiente sé que tengo que gastar dos», comenta Juan Carollo, uno de los beneficiarios. Apunta que mucha gente cree que transcurrido un año te la quitan y no es así. «Te avisan y tienes que renovar los papeles. Si no los presentas, claro que te quedas sin ella, pero si los presentas y estas en la misma situación, no te la quitan», añade.

Micha Zielke es otro perceptor de la risga. Debe hilar muy fino para administrar los 425 euros. Con ellos tiene que pagar los 240 de la vivienda, agua, electricidad y teléfono. Con los 105 que le quedan tiene que alimentarse todo el mes. Eso, si no surgen imprevistos, que es un día sí y otro no. «Mi delito es ser mayor, llegada una edad es imposible encontrar trabajo», comenta.

Raquel Cordeiro cobra 600 euros con los que viven ella y sus tres hijos de 20 meses, 4 y 7 años. «Pago de casa 350 euros y este mes 130 de electricidad, tengo hijos pequeños y pongo los radiadores para que no pasen frío», explica. La risga le tardó en torno a ocho meses en llegar concedida.