«El modelo económico y social será insostenible en el futuro»

La Voz

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

El experto presenta esta tarde en La Casa del Libro «El despilfarro de las naciones»

07 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Casa del Libro (Velázquez Moreno, 27) será el escenario, hoy a las 19.30 horas, para la presentación del libro El despilfarro de las naciones (Clave Intelectual), del economista Albino Prada. En el acto participarán Emilio F. Zunzunegui, coordinador del área socioeconómica del Ateneo Atlántico; Xosé Carlos Arias, catedrático de Política económica en la Universidad de Vigo; y el propio autor.

-¿Cómo se mide la riqueza de las sociedades?

-Aunque sea discutible, la riqueza se mide con el producto interior bruto (PIB), pero no el bienestar o el desarrollo. El Indice de Desarrollo Inclusivo del Foro Económico Mundial, el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas o el Indice de Desarrollo Social que hemos estimado en nuestras publicaciones nos permiten calificar a un país para ver si su nivel en producción de riqueza está ajustado al nivel que consigue en esperanza de vida, sanidad, educación o condiciones laborales. La buena noticia es que no hace falta crecer mucho para tener un mejor desarrollo social. Corea del Sur está quince puestos por debajo de EE.UU. en PIB y, sin embargo, está nueve puestos por encima en desarrollo social. Las estimaciones globales nos dicen que eso sería posible a escala global con un nivel semejante al actual de Portugal o Grecia. Y que así se evitaría el actual despilfarro a escala global de personas y de riquezas. Unos pocos tendríamos que moderar nuestros despilfarros catastróficos, pero otros muchos ya no nos imitarían y saldrían ganando.

-¿Se puede decir que el gasto militar es una de las formas de despilfarro catastrófico?

-En el ensayo se dan cifras abrumadoras que así lo demuestran. Po ejemplo, las minas tienen un coste de fabricación de tres dólares, pero desactivarlas cuesta cien veces más. Se colocan cada año cinco millones, pero solo se desactivan cien mil. Despilfarro, abundancia, lo catastrófico es barato. Y no debemos pensar solo en ejércitos regulares sino en todo tipo de paramilitares, policías privados y mafias armadas que campan a sus anchas por el mundo.

-Cuando hablamos de despilfarro es porque hay excedente. ¿Por qué se estudia más la pobreza que la riqueza?

-El problema del siglo XXI va a ser la distribución del trabajo humano necesario y del PIB generado. Nunca la riqueza producida en el mundo ha estado en menos manos y en menos grandes grupos empresariales. La solución no puede ser crecer y crecer más para ver si nos llega a todos un pedazo mayor de PIB, sino distribuir entre todos un trabajo necesario y, al mismo tiempo, redistribuir la riqueza para disminuir la desigualdad. El desempleo y los supermillonarios son dos caras del despilfarro, de la huida hacia adelante.

-¿Qué coste tiene para la ciudadanía y para el planeta el despilfarro de las naciones?

-Para las actuales generaciones, el vivir con desasosiego, con una pulsión consumista depresiva y con una competitividad exacerbada. Para el planeta y las generaciones futuras, el legarles un modelo económico y social que tendrán que abandonar por insostenible. Porque a finales de este siglo serían necesarios dos planetas Tierra para dar acomodo al despilfarro de las naciones.

-¿Cuáles deberían ser las respuestas y quiénes deberían tenerlas?

-Los Estados son demasiado pequeños para enfrentar los retos planteados. La UE es un buen empeño colectivo, pero para ser creíble no puede gestionar apenas un uno por ciento de la riqueza europea. Hoy hay tantos lobistas en Bruselas como número de funcionarios. Necesitamos gobiernos supranacionales fuertes y que se impliquen a nivel mundial en gobernar la globalización y en cambiar cantidad (de PIB, de población) por calidad (bienestar social, esperanza de vida).