Ledisson cuenta con el asesoramiento de centros de atención geriátrica
05 feb 2018 . Actualizado a las 13:48 h.La principal línea de negocio de Ledisson es la programación de robots. Entre otras muchas, trabaja para las principales compañías de automoción del mundo, desde Mercedes a Porsche pasando por PSA o Volkswagen. La americana Tesla ha sido la última en rendirse al talento de sus profesionales, cuya edad media no supera los 25 años. «Sí, un grupo de chavales de Vigo y su entorno están en California programado las líneas de producción de los nuevos modelos de la marca», afirma el director de desarrollo de negocio, Francisco Calvo, que añade que tienen un segundo equipo en Finlandia, en este caso trabajando para el nuevo Clase A de Mercedes que se presentaba ayer.
Pero Ledisson también trabaja en interno, sin responder a demandas de terceros. Es en este contexto en el que se ha embarcado en el desarrollo de un robot ideado para acompañar a las personas mayores y, llegado el caso, ser la voz que advierta a los familiares o a los médicos que ha sufrido una caída, un desvanecimiento, una súbita subida de tensión...
Francisco Calvo explica que la idea surgió hace unos meses, tras asistir a un encuentro en el que participan también empresas especializadas en atención a ancianos. «Pensamos que podríamos dar respuesta no solo a algunos de los problemas que plantaban, sino a la dura realidad, cada vez más habitual, de personas que mueren solas sin que nadie se entere hasta días más tarde».
Así fue como surgió el embrión de Aidbot. Es el nombre con el que han bautizado al robot que están desarrollando, cuyo prototipo pretenden que vea la luz en verano. El proyecto va tomando forma de la mano de dos centros gerontológicos, el vigués Atendo y el pontevedrés Saraiva, ambos especializados en ofrecer cuidados personalizados. «Su experiencia es muy valiosa porque conocen muy bien las necesidades de los abuelos», señala Calvo.
Así, por ejemplo, en el caso de las residencias Aidbot puede ser un valioso aliado como vigilante. «Normalmente, hay una o varias personas que recorrer las distintas plantas y estancias periódicamente para comprobar que todo está bien. Es una tarea que puede hacer el robot, y como estará dotado de cámara y altavoces, podrá desde dar conversación a los mayores hasta hacer sonar la canción que les gusta».
Otra utilidad importante serán las terapias. Calvo explica que puede ser muy útil en caso de alzheimer porque proporcionará refuerzos tanto visuales como auditivos a los pacientes, a los que obligará a hacer los ejercicios que se programen.
La utilidad en casa, sobre todo para las personas que viven solas, no será menor. El hecho de estar conectado a Internet y disponer de cámara y micrófono permite interactuar en cualquier momento. Dispondrá además de reconocimiento facial. «Podrá desde reproducir las películas o canciones que nos gusten a decir qué tiempo hará pasando por recordarnos que es la hora de tomar tal o cual pastilla o que hemos dejado el fuego de la cocina encendido», señala Calvo. Aunque lo más importante, añade, es que permite estar en todo momento conectados con la familia o con el médico. Podrán estar monitorizados, y como el robot te sigue por la casa, alerta si se produce cualquier problema. «El botón de emergencia conecta directamente. No hace falta pulsarlo».
Una misión no menor de Aidbot será proporcionar compañía. Como se puede programar a demanda, puede compartir paseos con el usuario mientras conversan, ya que responde a casi cualquier pregunta. Lo que ya se sabe es que no será un producto barato.
Desarrollan una plataforma para interconectar todos los autómatas de cualquier fábrica
Las mentes de los 50 jóvenes profesionales que integran la plantilla de Ledisson están en constante ebullición. Uno de los últimos proyectos en los que se han embarcado es en el desarrollo de una plataforma que interconecte todos los robots de cualquier fábrica. El director de I+D+i de la empresa, Hugo Barreiro, es el ideólogo de la iniciativa que saben de antemano que se va a recibir con los brazos abiertos.
Las empresas de automoción, sus principales clientes aunque no los únicos, trabajan con autómatas no solo de diferentes fabricantes sino de diferentes generaciones y, por tanto, cada uno con su sistema propio. La plataforma diseñada por Ledisson permitirá que todos puedan estar conectados entre sí lo que, entre otras cosas, facilitará sobremanera el mantenimiento ahorrando tiempo y dinero, por no hablar del hecho de que permitirá alargar la vida de robots que se queden desactualizados. «Muchas empresas se sorprenden de lo que somos capaces de hacer», reconoce Hugo Barreiro.
Están especialmente enfrascados en el apartado de seguridad, vital en los entornos en los que han de convivir personas y máquinas. El proyecto es uno de los seleccionados en la última edición de la aceleradora de la automoción: Bussines Factory Auto. El objetivo es que antes de que remate el año la plataforma esté ya en fase de pruebas.
Los inicios de Ledisson se remontan al 2007, año en el que se constituye como una división de su empresas matriz especializada en robótica industrial. El pasado año superó los 2,5 millones de cifra de negocio.