Pasarelas mecánicas en Gran Vía, sí; Los Rederos, también

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

m.moralejo

Muchos ciudadanos no ven con buenos ojos la desaparición de la obra de Ramón Conde de la Gran Vía

27 ene 2018 . Actualizado a las 17:28 h.

Con el corazón partido acogen los vigueses el plan del Concello para retirar el monumento de Los Rederos de su emplazamiento original de la Gran Vía. La puesta en marcha de la rampa mecánica que permitirá salvar sin esfuerzo la cuesta ha generado un debate sobre la emblemática obra de Ramón Conde.

La pieza de cuatro toneladas que rinde un homenaje al esfuerzo personal y al trabajo constituye todo un símbolo de la ciudad junto con los caballos de Juan Oliveira, que presiden la plaza de España. Pero también es cierta la necesidad de hacer las calles más cómodas y accesibles para todos los ciudadanos.

Para mucha gente mayor o con movilidad reducida subir por esta avenida representa una dificultad insalvable. Muchos ciudadanos no quieren que se mueva de sitio pero, al mismo tiempo, comprenden que la calle mejoraría notablemente con una pasarela automática.

Hay ciudadanos que están a favor de dejar las cosas como están y otros abogan por encontrarle un nuevo emplazamiento. A todos les gustaría que esta obra no acabe guardada en un depósito y siga siendo apreciada por las próximas generaciones allá donde esté, pese a que su autor considera que no hay otro lugar mejor que donde ha estado siempre. Según una encuesta realizada por La Voz a pie de calle, las personas que sufren problemas de salud son las que aplauden en mayor medida esta iniciativa. «Estoy deseando que la pongan ya. Vivo en la plaza de España y a veces subir todo esto supone un gran esfuerzo. Siempre le comento a mi hijo que si van a poner ese pasillo será una gloria», afirma Camilo Alonso, que con frecuencia tiene que parar a descansar después de una caminata.

Las personas que sufren alguna dolencia que les dificulte caminar verán con buenos ojos la futura pasarela. «Me viene bien porque tengo un problema en una pierna y hay mucha gente que también le cuesta», comenta Adrián Mo. Muchas personas se solidarizan con quienes tienen mayores problemas de movilidad y, si bien son contrarios a mover el monumento, después reconocen que lo aceptarían por una causa de fuerza mayor. «La cambiaría por la gente a la que le cuesta moverse o quienes van con un carrito de niños», señala Javier Lapeña. «Yo creo que si es por el bien de los ciudadanos se puede considerar cambiarla de sitio», accede Mariló Penelas. Para Miguel Guzmán, es toda una referencia para todos los vigueses. «Si no hay otro remedio, estaría bien que lo reubicaran», afirma. A Fernando Durán también le parece bien. «Espero que la pongan en otro lado», dice.

También hay personas que se oponen rotundamente a cualquier traslado. Se amparan en que Los Rederos constituyen todo un icono de la ciudad que debe ser salvaguardado. «No me parece bien. Es una estatua muy bella en homenaje a los marineros», señala Diego Drimi.

Hay personas que opinan que el proyecto sería negativo porque contribuiría a que muchas personas hicieran menos ejercicio. «Para que nos volvamos obesos todos, para una cuesta importante que tenemos en Vigo y que promueve el ejercicio...», protesta Carla Gallego. «Me da pena que la quiten. La gente mayor que ande por lo llano», afirma Marisol Barreiro. «Yo no la quitaría. Andas igual», afirma Iván de Dios.

Otros aluden al elevado coste. Consideran demasiado los 4,8 millones de euros en los que está valorado el proyecto de Gran Vía. «Hay gente que no tiene qué comer. Creo que hay otras cosas en esta ciudad que hacen más falta», señala Antía Conde.

Otra de las razones para oponerse es el perjuicio que podría ocasionar al comercio, desviando a los peatones de los tramos donde hay tiendas. «Será caro de mantener, solo va a servir para la gente que quiera ir al Corte Inglés», señala Julio Gaspar que regenta una relojería en la calle Urzaiz 42 que continúa abierta desde 1931. «Me parece mal porque lleva mucho tiempo y es un símbolo de la ciudad. La idea no me gusta», señala María Casanova.

Los comerciantes se mantienen a la expectativa del diseño final del proyecto. A priori, desviar peatones por el medio de la calle eludiendo las tiendas no gusta.

El presidente de la Federación del Comercio de Vigo, Víctor Fernández, quiere que el alcalde se reúna con los vendedores afectados. «En As Travesas siempre cuentan con nosotros a la hora de humanizar. Nos parecería bien que el Concello preguntara porque siempre son buenas las aportaciones que se puedan realizar», afirma este representante.

Dejar ambos

Hay personas que apuestan por estudiar la forma de hacer las escaleras mecánicas sin tener que cambiar de sitio el conjunto escultórico. En vista del interés que tienen ambos, Federico Guenzi, argentino, buscaría una solución que no sea quitarla. «Que las dos convivan, me parecería lo mejor», afirma. También cree lo mismo Ángel Blanco, para quien «remodelar la calle sin moverla sería lo ideal».

Lo cierto es que muchas personas aprovecharían las ventajas de una pasarela mecánica. Tatiana Cidrás, alumna del conservatorio, señala que va todos los días al Castro cargada con su instrumento «y que haya algo automático ahí me daría la vida. Por otra parte, porque esa y la de los caballos son míticas». «Pienso lo mismo. Que pongan ahí una pasarela será algo muy funcional, sobre todo para la gente mayor», apunta Lourdes Olbes.

Muchas personas aún no tenían conocimiento de este proyecto de reforma que cambiará de forma notable la actual configuración de la Gran Vía, la principal arteria de la ciudad, por la que pasan miles de ciudadanos cada día, que deben tomar aliento para ascender hasta la plaza de España desde la calle Urzaiz.

La iniciativa forma parte del proyecto Vigo Vertical que ha emprendido la administración local para facilitar la movilidad en los puntos de mayor desnivel de la ciudad olívica. Para el traslado del monumento de Los Rederos, el Concello baraja dos posibles nuevas ubicaciones que se consensuarán con el artista por tratarse de una obra muy representativa.