Los veterinarios piden que los gatos también lleven microchip

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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Luis Núñez dice que los perros del rural están más identificados

24 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Colegio Oficial de Veterinarios de Pontevedra tiene ya estudiada al milímetro la nueva Lei

de Protección e Benestar dos Animais de Compañía en Galicia. Su presidente, Luis Núñez, responde con sonrisa cuando se le pregunta si el nuevo texto le genera simpatía o rechazo. Acaba contestando a la gallega: «Bien... bueno, bien... todo es mejorable. Lo que creo es que en España somos mucho de legislar y poco de hacer cumplir la legalidad», reflexiona.

Confirma que los datos que manejan indican que la colocación de microchips en la provincia ha aumentado cerca de un 45 % lo que, dice, «es lógico al haber subido las multas., y también porque se supone que cada vez hay más concienciación, aunque nunca es suficiente». Recuerda que poner microchips a los perros ya era obligatorio con la anterior ley.

Curiosamente, defiende que en este sentido hay una mayor concienciación en el rural, pese a que a veces parezca lo contrario. «Veo más problema en el ámbito urbano», señala. Respecto del número de multas que se ponen, dice que no es fácil generalizar. «Está claro que muchos concellos podrían hacer mucho más, pero algunos sí lo intentan, por ejemplo el de Pontevedra. Creo que lo ideal es que de cuando en vez se hagan campañas de control, que se anuncien y que, al que no tenga el perro con microchip, se le dé un plazo para ponerlo. Si no cumple, entonces que le caiga la multa».

El presidente de los veterianrios de la provincia considera que la nueva ley tendría que contemplar también la colocación de microchips a los gatos. «Nosotros así lo solicitamos, pero no lo incluyeron y es un sinsentido, porque sí se obliga a identificar a los gatos que están en colonias callejeras y, sin embargo, no a los que tienen propietario». Entiende que son varias las razones por las que los gatos tendrían que estar controlados. Para empezar, sería más fácil devolver a su dueño s un animal que se pierde. «Y, para continuar, si un gato causa daños, que puede hacerlo, hay un microchip que nos lleva hasta su propietario», señala.

Recuerda que la ley que había era de 1993, por lo que se imponía el cambio. Cree que en términos generales se hizo bien, aunque echa de menos que no se consultara a los colectivos profesionales. «Lo importante es que se haga un reglamento bueno para desarrollar esta ley», concluye.