Medio siglo de la Trave

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

La Travesía de Vigo es una calle-ciudad con más de diez mil habitantes que surgió con las prisas del desarrollismo y que terminó forjando una identidad

27 ene 2018 . Actualizado a las 16:42 h.

La Travesía de Vigo es una calle-ciudad. Con más de 10.000 habitantes censados, tiene más población que 258 municipios de Galicia, con sus alcaldes, sus secretarios, sus ayuntamientos y sus concejales. Es, además, uno de los viales más largos de la ciudad. Y, aunque parezca difícil de creer, existe un orgullo de ser «de la Trave», como arguyen sus moradores. La dureza de su urbanismo no evita que haya vigueses que presumen de su calle, que tuvo incluso una banda de homenaje: DelaTrave, grupo del que conozco a los dos Carlos: Mayobre, el vocalista, y el gran Carlos Acuña. Rockeros de los de verdad, estuvieron dando caña durante 25 años hasta que se disolvieron en 2016. Así que la Travesía también tiene su versión Abbey Road, una calle de Londres que también sería de lo más corriente, si no fuera porque los Beatles cruzaron allí un paso de cebra.

Por lo tanto, todo es según nos parece. Y para muchos vigueses la Trave es su barrio. Una patria de la que sienten orgullosos y que ahora cumple medio siglo de su controvertida urbanización.

Porque la Travesía de Vigo llama la atención incluso por su nombre. En Madrid, por ejemplo, existe una calle Madrid, la segunda más pequeña de la capital y que es una simple anécdota. Mesonero Romanos dijo de ella que era «un mezquino callejón que con el pomposo nombre de calle de Madrid corre a espaldas de las Casas Consistoriales». En Vigo, sin embargo, uno de los viales más notables está bautizado como la propia ciudad, lo cual, además de raro, es una muestra de la velocidad a la que hemos crecido: todo fue tan rápido que no nos dio tiempo a darle nombre a las cosas.

Nuestra protagonista se llama así porque fue la travesía por el término municipal de Vigo de la carretera nacional 552, entre Vigo y Redondela. Al parecer, ya constaba como Travesía de Vigo en un callejero de 1954. Para rizar el rizo, algunos de los caminos y callejones que la cruzan llevan nombres como Primera Travesía de la Travesía de Vigo.

Durante un breve período tuvo otro nombre: avenida Almirante Carrero Blanco. Fue en 1974, en los estertores de la dictadura de Franco, y solo unos meses después de que el militar y presidente del Gobierno muriese en un atentado de ETA en diciembre de 1973.

En 1993, a partir del cruce de Buenos Aires y hasta el alto de la Encarnación cambió de nombre a Avenida de Ángel de Lema y Marina.

La urbanización de la Travesía se realizó en los años 60 del pasado siglo, en pleno desarrollismo, cuando Vigo atraía mano de obra para su industria automovilística y naval. Con 30 metros de ancho, se permitió edificar en alturas de hasta diez pisos. Y se hizo con auténtico miedo al vacío: no se dejó ni un espacio entre construcciones, de forma tal que hoy la calle parece el Gran Cañón del Colorado, con un sinuoso trazado con paredes a ambos lados.

Muchos de los promotores inmobiliarios fueron gallegos retornados de América con dinero. Y sus clientes fueron también familias gallegas que venían a Vigo buscando un futuro laboral.

El abogado y aparejador Miguel Font, que fue gerente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios, publicó hace tiempo un artículo en el que hacía esta demoledora descripción de los edificios de la Travesía. Hay que reproducirlo íntegro: «Surge así una tipología también inédita en la ciudad, la vivienda rural en altura, caracterizada por un salón, sin uso, dando a la calle, solo para enseñar a las visitas, dormitorio principal también a la calle (prestigio) y en cuanto a la cocina, la parte principal de la vivienda, la estancia mas amplia, con comedor a la parte de atrás, con vistas al mar (en los impares) o al sol (en los pares), al igual que el cuarto de baño. Por supuesto, la fachada principal, la que da a la calle, de materiales ‘nobles’ y cerrando los balcones a cada cual mas hortera, mientras la fachada posterior, curiosamente vista desde gran parte de la ciudad, revestida y pintada en blanco con huecos informes según pida la distribución interior y algún patio de por medio, a poder ser con tendales a la vista. Un poema».

En contraste con esta visión, edificios como las llamadas ‘grilleras de Fenosa’, inauguradas en 1963, reciben ahora premios de arquitectura.

Así que, discutida o no, la urbanización de la Travesía de Vigo ha cumplido medio siglo. Y, con el tiempo, la larga calle incluso ha conseguido despertar un sentimiento de orgullo entre sus vecinos. Incluso, desde el año 2003, la apertura de un centro comercial les ha permitido tener un lema: «Practica Travesía». Otra prueba de que esta ciudad es maravillosa, aunque tenga una travesía de Vigo en el mismo centro de Vigo.

Se llama así porque era la travesía de la carretera nacional 552, entre Vigo

y Redondela

Al tener 30 metros de ancho, en los 60 se permitió edificar 10 alturas y parece el Gran Cañón