Cada caso es distinto. «Aunque en todos conseguimos que toleren la ingesta de alimentos con huevo, en unos pacientes se consigue desensibilizarlos pero tienen que tomar diariamente una cantidad fija del alimento, que es lo que mantiene su estado de tolerancia inmunológica». En otros casos, el paciente no tiene ninguna restricción ni dosis diaria que cumplir.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica advierte que el miedo a las reacciones adversas es el principal freno a la aceptación de estos tratamientos. Y es precisamente el miedo lo que subraya la doctora Marcos como un gran avance en la calidad de vida: «El paciente pierde el miedo a presentar nuevas reacciones alérgicas».