El exbarítono vigués Sergio de Salas participa como juez en la Exposición Canina Internacional
20 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Sergio de Salas es el nombre artístico de Guillermo del Corral de Salas. El barítono, nacido en Vigo en 1944, fue uno de los más famosos cantantes de ópera desde los años 60 hasta los 80. Además de cantar por todo el mundo, su vinculación con la ciudad en la que nació se reforzó con la organización de varios festivales líricos. El canto era su pasión, pero también los perros. En concreto, los mastines. Así que cuando dejó de cantar, se entregó por completo a ellos como criador en la finca Montes del Pardo, en Madrid. La vida le vuelve a traer este fin de semana a Vigo, ya que también es juez internacional en competiciones caninas y forma parte del jurado de la Exposición Canina que hoy y mañana alberga el Ifevi.
-¿Cómo fue ese paso del mundo de la ópera al de los perros?
-Me gustaban desde niño los mastines. No cabían en casa y los tuve hasta en la cochera de autobuses de Madrid. Específicamente el mastín español. Con 18 años tenía un montón de perros de esta raza. Cuando hice la milicia naval universitaria, que la hice en Cádiz, tuve que deshacerme de un montón de ellos y dejarlos colocados en otras casas porque obviamente, no me los podía llevar. Después comencé mi carrera en la ópera. Estuve 25 años cantando por todo el mundo y llegó un día en que me cansé, lo dejé. Siempre fui muy independiente, tirando del carros sin subirme al de ningún grupito.
-¿Qué le decidió a dejar los escenarios?
-Estaba en conversaciones para dirigir el Teatro Real y el Teatro de la Zarzuela y el plan se vino abajo. A ello se sumó que un hermano mío, que era director de banco, se murió de cáncer. Además había organizado una función de La forza del destino delante de la catedral de Santiago y la broma me costó unos 10 millones de pesetas por desavenencias entre la Xunta y el Concello. Todo eso me provocó tal hartazgo que me retiré y volví con mis perros. Ya había trabajado bastante y no lo necesitaba.
-Tampoco le ha ido mal como criador, ¿no?
-Muy bien. He hecho campeones de España a 40 ejemplares de mastín español y el afijo que tengo, Montes del Pardo, es el más premiado del mundo de esta raza. Tengo unos 80. Hago una selección e intento mejorar esta raza y que no se pierda. Como siempre me estaba quejando de que no se hacían las cosas bien, la Real Sociedad Canina de España me sugirió que me hiciera juez y así contribuía a mejorar el panorama. Ahora me invitaron a venir a Vigo y estoy encantado de volver a mi tierra.
-¿Sigue cantando alguna vez?
-Sí, hago algún que otro concierto benéfico y podría hacer uno en Vigo. Con la Coral Casablanca, por ejemplo, sería estupendo. Tengo una espinita clavada porque habrá 25 o 30 años que no canto aquí. A ver si se acuerda de mí el ayuntamiento, al que le organicé festivales de ópera.
-¿Qué le atrae de los mastines?
-Es un perro mítico, fuerte, que pesa de 90 a 100 kilos. Es muy noble, al que se le ve la bondad, valiente e independiente. Yo me considero como un mastín. Mi madre me llamaba el mastinazo.
Cuándo. Hoy y mañana en el Ifevi.
Pruebas. La Sociedade Canina Galega, en colaboración con el Clube de Agility Tercans de Moaña, será la encargada de organizar dos pruebas selectivas para el Campeonato del Mundo.
Actividades. Los juicios comenzarán hoy por la mañana y terminarán el domingo por la tarde. En la competición se pondrán en juego dos puntos para el Campeonato de España y un punto con el que se puede obtener el título de Campeón Internacional de Belleza. Además hay cerca de 20 expositores de productos caninos.
Estrella de la lírica
Sergio de Salas recuerda que ha cantado las óperas más importantes que puede hacer un barítono, desde El buque fantasma, de Wagner hasta el Othello o Nabucco, de Verdi. Ganó el concurso de televisión La Gran Ocasión y el presidente de Amigos de la Ópera y del Mercantil, Camilo Veiga, lo trajo a Vigo para que actuase en su ciudad.