Eiras ya evacúa agua para prevenir desbordamientos en caso de riadas

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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Los técnicos impiden que el nivel de ocupación del embalse supere el 80 %

15 ene 2018 . Actualizado a las 15:56 h.

El embalse de Eiras, el principal suministrador de agua a la ciudad de Vigo, pasó en menos de un mes de estar en alerta por sequía a evacuar agua. Las lluvias caídas en el mes de diciembre y en los primeros días del 2018 fueron suficientes para darle la vuelta a la angustiosa situación que se cernía sobre la ciudad olívica y su área metropolitana. Las restricciones y la angustia de saber que, sino llovía, solo habría agua para ochenta días ya es cosa del pasado, pues desde hace un par de semanas uno de los desagües de la presa de Fornelos de Montes desembalsa centenares de litros de agua para mantener el nivel de ocupación en un 80 %.

El veinte restante es el resguardo de seguridad para prevenir los efectos de las avenidas, repentinas crecidas del caudal del embalse por una riada muy comunes en esta época del año, por lo que ese margen debería bastar para evitar el desbordamiento del embalse, que llevaría a la apertura de las compuertas y podría causar inundaciones río abajo. «A nivel de reservas el embalse de Eiras está ahora en el máximo posible para esta época del año, si seguimos teniendo meses normales en cuanto a precipitaciones podremos llegar a la primavera con los embalses al 100 % de ocupación y afrontar con más tranquilidad el verano», explica un técnico de la consellería de Medio Ambiente.

Si sigue lloviendo, esperan que la presa de Zamáns también llegue al 100 % en primavera.

¿Por qué la presa de Zamáns tarda más en llenarse?

El 10 de diciembre la borrasca Ana azotó Vigo y su área metropolitana. Sus fuertes vientos y lluvias dejaron un reguero de incidencias: árboles caídos, tejados volados, cancelaciones de vuelos... Pero sobre todo marcó un punto de inflexión en la tendencia de las reservas de los embalses, que semana tras semana veían como su caudal bajaba. Tras el paso de la ciclogénesis, Eiras pasó del 37 % de ocupación al 73 %, pero Zamáns solo creció un 4 %, pasó de un 34 % a un 38 %. ¿Por qué?.

El principal motivo es el emplazamiento de la presa de Eiras. «Está en la parte media del río Oitavén, su cuenca de aportación incluye prácticamente toda la extensión del municipio de Fornelos de Montes y parte del de A Lama y Ponte Caldelas. Además, históricamente, esta es una de las zonas de Galicia en la que llueve con mayor intensidad.

Por el contrario, la cuenca de aportación de la presa de Zamáns no es tan grande, por tanto con la misma cantidad de lluvia a Zamáns llega mucha menos agua que a Eiras.

De todas formas, lo ocurrido el pasado 10 de diciembre en la presa de Fornelos fue algo extraordinario. «O caudal de entrada medio rexistrado en novembro foi de 0,94 metros cúbicos por segundo, en los primeros días de diciembre fue apenas 0.4 metros cúbicos por segundo, pero el día 10 pasó de forma brusca a un caudal medio de 95 con registros de casi 200 metros cúbicos por segundo. Por eso el embalse se llenó tan rápido», explican desde Medio Ambiente.

A pesar de que las reservas de los dos principales embalses que abastecen a Vigo se están recuperando de forma satisfactoria, la alerta por sequía sigue vigente, pues el estado de los ríos sigue lejos de los parámetros habituales para esta época del año. «Los caudales circulantes por los ríos aún están en niveles inferiores a la normalidad», advierten el técnico de la consellería.