La Xunta ya no ve urgente el trasvase del Verdugo a Vigo y lo hará por vía ordinaria

Susana Acosta
Susana Acosta REDACCIÓN / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Galicia necesita al menos un mes y medio más de lluvia para salir de la sequía

13 ene 2018 . Actualizado a las 12:25 h.

Las lluvias de diciembre han aliviado los desastrosos efectos que la sequía estaba produciendo en nuestros ríos, pero la Xunta no quiere lanzar aún las campanas al vuelo y aventurarse a levantar el nivel de alerta en algunas cuencas. Es evidente que la situación ha mejorado muchísimo con respecto a noviembre, cuando la amenaza de declarar la emergencia era real y los cielos despejados hacían presagiar lo peor. A partir de entonces, cayeron chuzos de punta. Siguen cayendo todavía. Pero se necesita que siga lloviendo hasta el mes de febrero para salir de la sequía. «A partir de ese momento algunos sistemas ya entrarán en situación de normalidad y otros estarán a punto de hacerlo», reconoció ayer el director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez.

Por el momento, siguen en alerta por sequía todos los sistemas que desembocan desde O Grove hasta Cee, incluidos el Tambre, Ulla, Umia, Xallas y Castro, y las cuencas de los ríos Mero y Mandeo, además de sus afluentes que desembocan en las rías de A Coruña, Betanzos y en la costa de Arteixo. El argumento para no rebajar la alerta en estos sistemas es que todavía el caudal de todos estos ríos se encuentra un 50 % por debajo de lo que debería ser normal. Mientras que en el resto de los sistemas que forman parte de la demarcación Galicia Costa -doce en total- se ha rebajado el nivel a prealerta, al encontrarse el caudal de los ríos un 20 % por debajo de lo que es normal para esta época. En cuanto a los embalses de abastecimiento de esta demarcación, los niveles ya se encuentran al 74 %, un valor normal para la época.

Lo que todavía no han logrado apaciguar los aguaceros es la polémica que desde hace algo más de un mes mantienen la Xunta y el Concello de Vigo por el agua. El anuncio que ayer realizó el director de Augas de Galicia de que el trasvase de agua del río Verdugo a la presa de Eiras -el embalse que abastece a Vigo y a los municipios del área metropolitana- ha dejado de tener carácter urgente y se hará por la vía ordinaria, no ha sentado bien al regidor de la ciudad olívica. Abel Caballero acusa a la Xunta de «querer dejar a Vigo sin agua» y califica el cambio de tramitación de «incomprensible»: «Nada nos garantiza que no vayamos a tener una primavera, un verano y un otoño secos», afirmó Caballero que considera que esto supondrá un retraso «inconmensurable» en la obra. «Están atentando contra 450.000 ciudadanos y contra su derecho a tener agua», dijo antes de responsabilizar al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, «de todo aquello que pueda suceder».

Por su parte, el director de Augas de Galicia, respondió a Caballero que «fueron la Xunta y el río Oitavén los que acudieron al rescate de Vigo» de la «gravísima» situación en que se encontraba la ciudad a principios de diciembre. Recordó Rodríguez que el Concello de Vigo trasladó el 1 de diciembre a Medio Ambiente que solo podía garantizar el abastecimiento durante 25 días: «Esa misma tarde, a la vista del informe remitido por la concesionaria del servicio, se resolvió rebajar el caudal ecológico del río Oitavén al mínimo legal al estar comprometido el abastecimiento a la población a muy corto plazo, y en la semana siguiente remitimos el convenio del trasvase y declaramos la emergencia de la obra. Actuamos con la diligencia que requería la situación que se nos trasladó», afirmó tras insistir que el trasvase es útil para Vigo, pero que no soluciona los problemas de abastecimiento futuro de la ciudad.