El cruce más peligroso no será más seguro hasta la reforma de Gran Vía

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

La Policía detecta que el uso del GPS produce accidentes por los giros hacia la AP-9

10 ene 2018 . Actualizado a las 13:10 h.

La mejora de la seguridad para los peatones en el cruce más peligrosos de la ciudad no se producirá hasta que se reordene la zona con motivo de la instalación de la rampa automática para ascender por la Gran Vía. La encrucijada entre esta avenida, Urzaiz y Lepanto es uno de los puntos negros del tráfico con accidentes y un atropello mortal hace un año.

La reordenación de la zona no solo implica un nuevo acceso mecánico hasta la plaza de España sino nuevos viales para entrar y salir de la estación intermodal. Todo ello va a obligar a una reforma profunda de las calles y los cruces del entorno. «Va a ser una humanización nueva completa», señalan fuentes municipales. Está previsto que concluya a mediados del próximo año.

El cruce sirve para dar salida a Vigo hacia la autopista desde el centro de la ciudad donde se ubican grandes almacenes y zonas comerciales. La prolongada bajada desde la plaza de España hace que los coches desciendan por la Gran Vía a gran velocidad. Ello hace muy peligroso tanto la salida del párking subterráneo, que se hace por la izquierda de Lepanto, porque la derecha está reservada a carga y descarga, como cruzar esa calle cuyo semáforo está abierto durante un tiempo muy escaso.

La concejala de Urbanismo, María José Caride, manifestó ayer que «la seguridad y la movilidad de los peatones en esa zona va a mejorar con la reforma del bulevar».

Además de ser la ruta de salida y de transito hacia la zona alta de la ciudad, el cruce da acceso a varios establecimientos hoteleros y a la estación de trenes. Ello hace que esté congestionado de coches y peatones. El ensanchamiento de las aceras en Urzaiz ha hecho que los coches se apiñen en los carriles que están libres. Por ello, algunos vehículos no pueden tomar con antelación el lugar adecuado y realizan peligrosos cambios de carril en la intersección. No se puede girar la izquierda para salir de la ciudad hacia Lepanto, lo que multiplica las maniobras temerarias.

La Policía Local confirma que «la señal de que está prohibido girar a la izquierda no se ve bien con antelación y ello hace que las personas de fuera que se dejan guiar por el GPS sigan esa dirección para poder tomar la autopista y se encuentran con que bajan coches de frente». A juicio de la policía la configuración de esas calles hace que el tráfico tenga difícil solución en ese punto pero esperan que los cambios puedan mejorar la seguridad para todos.