Para tomar un café hay que ir al pozo

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Las lluvias caídas no fueron suficientes para rellenar los manantiales; en O Vixiador están secos desde septiembre

14 dic 2017 . Actualizado a las 07:41 h.

Pasó Ana y creció el caudal de los ríos y el nivel de ocupación de los embalses, pero la sequía sigue afectando a uno de los principales recursos para el abastecimiento de agua: las fuentes y manantiales. En las zonas altas de Vigo, donde buena parte de los vecinos se nutren de los acuíferos, llevan meses ingeniándoselas para tener agua corriente en sus hogares. «Tenemos tres pozos, dos están secos. Solo nos queda uno, de barrena, que tiene agua porque es de mayor profundidad», explica el presidente de la comunidad de montes de Candeán, Óscar Domínguez.

A uno de los manantiales de esta parroquia acudían a diario decenas de personas para rellenar sus garrafas, pero se han visto obligados a cambiar sus preferencias. «Eu ía sempre á do Vixiador, pero está seca, así que agora veño aquí», explica un vecino de Moaña mientras hace cola en la fuente de Fenosa, en la Travesía, cuyo caudal no se ha visto mermado por la sequía y que estos días registra una mayor actividad. El presidente de los comuneros lo confirma, «está seca desde septiembre».

Las consecuencias de la falta de agua en las zonas más altas de Candeán o Cabral no se limitan solamente al corte de agua a las fuentes, hogares y establecimientos hosteleros son los principales afectados. Domínguez regenta la cafetería del parque forestal de O Vixiador, un lugar al que acuden decenas de familias a disfrutar del aire libre los fines de semana. «En la cafetería no tenemos agua, tenemos que ir al pozo, menos mal que los clientes no se quejan», bromea resignado el hostelero.

Llevan tres meses padeciendo la sequía, por lo que ya han perfeccionado la estrategia para que la falta de agua les afecta lo menos posible. «La cafetera tiene un depósito, así que cuando se va vacíando se rellena», explica el comunero. Sin embargo, para coger el agua que necesitan deben acudir al pozo, que se encuentra a unos 150 metros de la cafetería.

Cortes en los hogares

Si la situación es incómoda para los hosteleros, en los hogares es insostenible. Para garantizar el suministro para realizar las tareas imprescindibles del día, como cocinar o darse una ducha, los vecinos cortan el agua durante horas para que sus depósitos particulares se recarguen.

Días después de la primera gran borrasca del invierno, en Candeán esperaban que el agua volviese a manar de las numerosas fuentes repartidas por la parroquia, pero ni rastro. «En estas zonas altas, toda el agua la absorbe el suelo», trata Domínguez de encontrar una explicación a una sequía que está durando demasiado.

La situación de los acuíferos es uno de los aspectos que tienen en cuenta en Augas de Galicia a la hora de decidir si mantienen o retirar el estado de alerta por sequía que todavía permanece activo. Las previsiones meteorológicas y el nivel de ríos y embalses son las otras tres variables que valorarán en una reunión que tendrá lugar antes del día de Navidad.