Aqualia ya advirtió hace diez meses que la potabilizadora no cumple la ley

La empresa Aqualia reiteró hace diez meses al Concello que la estación donde trata el agua para que se pueda beber está obsoleta y no cumple con la ley. «La ETAP de Casal actualmente presenta unas carencias en el tratamiento que imposibilitan el cumplimiento del Real Decreto 140 /2003», señala la empresa en un informe dirigido al Concello de Vigo en febrero. Dicho escrito recalca que «las instalaciones actuales no permiten el cumplimiento de la legislación actual ni garantizar el tratamiento para los caudales de demanda de algunas previsiones a medio plazo».

Para mejorar la situación, la empresa planteó al Concello construir una nueva estación de tratamiento en la zona de Santa Marina, en Cabral, y también «otras opciones enfocadas a mejorar y ampliar las instalaciones existentes en O Casal».

En octubre del año 2006, el Concello sacó a concurso la redacción del proyecto de mejoras en la estación de tratamiento. La instalación solo puede purificar 1.100 litros de agua por segundo y se quiso duplicar esta capacidad. Además, en el proyecto se contempló un nuevo sistema de dosificación de reactivos, es decir, los productos que permiten eliminar las impurezas y bacterias. También se pretendían construir nuevas unidades de decantación y una renovación completa de los filtros de arena actuales.

En el año 2010, Aqualia volvió a urgir al Concello sobre la mejora de la estación de tratamiento de agua potable. Siete años después vuelve a insistir en la necesidad de invertir 22 millones de euros para mejorar la capacidad de tratamiento del agua.

Potable cien por cien

Aunque los informes de Aqualia indican que la concentración ferruginosa ha crecido de forma preocupante, de tal manera que si sigue aumentando en el plazo de 25 días no se podrá beber, el alcalde, Abel Caballero, ha querido quitar hierro a la cuestión y ayer reiteró que el agua en Vigo «es potable cien por cien», al igual que lo es en Redondela o en O Porriño, cuyas estaciones potabilizadoras (ETAP) trabajan «en el mismo nivel» que la viguesa del Casal.

El regidor volvió a explicar que la turbidez del agua se debe al bajo nivel del embalse, pero garantiza que es apta para el consumo. Además, recuerda que tanto el Ayuntamiento como la propia Xunta hacen análisis periódicamente para verificar esa potabilidad. «Si hubiera algún problema ya lo diría yo», añadió.

Con respecto a la necesidad de ampliar y modernizar la ETAP del Casal, recogida en el informe municipal, Caballero manifestó que «la modernidad o no modernidad de un sistema no impide que el agua sea cien por cien potable». «La razón de lo que pasa no es la potabilizadora, la causa es la Xunta», por no haber accedido antes a reducir el caudal ecológico y no tener hecho autorizado antes el trasvase de emergencia.

La portavoz del PP, Elena Muñoz, subraya que el «alcalde sabe perfectamente que tenemos una potabilizadora totalmente obsoleta, como poco, desde el año 2010». Recuerda que un informe de Aqualia del 2010 advertía de la necesidad de invertir 21 millones en una infraestructura que es «competencia municipal»: «¿A quién pagamos el recibo del agua, el saneamiento y el abastecimiento?», se pregunta.

Señala que en el 2011, cuando se prorrogó la concesión, no se planteó ni un euro para la potabilizadora y se priorizó el gasto en «losetas, setos y flores»

La concejala resalta que en estos últimos seis años Aqualia se ha gastado 10,6 millones en humanizaciones y plantas, y «cero euros en la potabilizadora que es la que garantiza la calidad del agua que bebemos todos los vigueses».

Marea de Vigo también critico el gasto de Aqualia en humanizaciones y puso de relieve que del cambio de una calle solo haya una pequeña parte que se invierte en la mejora del saneamiento y del abastecimiento. Marea señala que todavía quedan muchas tuberías de fibrocemento

La Xunta realiza contraanálisis para verificar los que lleva a cabo Aqualia

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