La estación potabilizadora está «obsoleta» y al límite de su capacidad

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

No dispone de un sistema adecuado para los cambios de calidad, según un informe

05 dic 2017 . Actualizado a las 14:37 h.

La estación de tratamiento de agua potable del Casal se encuentra «obsoleta», según un informe técnico encargado por la propia empresa concesionaria del servicio de agua ,Aqualia. «La ETAP no dispone de un sistema de dosificación de reactivos adecuado que permita frente a los cambios de calidad del agua de entrada cuando estos se apartan de los valores medios habituales», dicen los ingenieros.

Es lo que está pasando actualmente. Al bajar mucho el embalse, el agua que llega a la estación tienen demasiado contenido en hierro y si continua descendiendo así llegará un momento en que no reúna las condiciones adecuadas para beber. En el pasado 10 de noviembre el agua de Vigo contenía 217 partes de hierro por cada mil millones. A finales de mes subió a 468, es decir la concentración ferruginosa se ha duplicado. En algunos grifos se puede observar que el agua sale ya con un ligero color ocre.

La estación potabilizadora se construyó en la década de 1970 y tiene una capacidad máxima de 1.300 litros por segundo. El consumo de Vigo ronda los mil litros por segundo y a esa cantidad hay que añadir el de otros municipios del área que también se nutren del agua de Vigo como Cangas y Moaña.

El proyecto de mejora de la estación de tratamiento de agua potable nunca llegó a ejecutarse.

En el año 2006 se hizo una estudio de las necesidades a medio plazo y se puso de relieve la necesidad de construir un nuevo embalse para surtir a Vigo y su área ante la previsión de crecimiento de población y sobre todo debido a la creciente afluencia turística que tienen los municipios costeros del área.

Con respecto a la ETAP del Casal, el alcalde asegura que funciona de forma óptima, «como es natural», aunque no pudo precisar cuándo fue la última vez que se realizó una inversión de mejora en esa potabilizadora, bien por parte de la concesionaria Aqualia o por parte del Ayuntamiento.

En octubre de 2010, el jefe del área de servicios generales del Ayuntamiento emitió un informe en el que concluía que el servicio municipal de aguas tenía, en ese momento, unas necesidades de inversión en infraestructuras de 458 millones de euros (incluida la nueva depuradora). Así, entre las inversiones que se consideraban urgentes para acometer en el plazo de un año estaba la ampliación y modernización de la ETAP del Casal, por un importe de 21,6 millones de euros.

En 2011, el gobierno vigués aprobó prorrogar la concesión del servicio de abastecimiento a Aqualia por cinco años. En dicho acuerdo, se estableció el compromiso por parte de la empresa de acometer un plan de inversiones en la ciudad, valorado en 20 millones de euros

No obstante, la modernización de la ETAP no se estaba incluida en las actuaciones previstas, como sí estaban obras de humanización, mejoras en abastecimiento, un plan verde, y otras mejoras.

En septiembre de 2012, la Xunta anunció un acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente para realizar esa obra, pese a que la instalación es de titularidad municipal, pero la ampliación no llegó a materializarse. Posteriormente, el gobierno municipal solicitó, sin éxito, que la Xunta se hiciera cargo de ese proyecto.

El alcalde, Abel Caballero, insistió ayer en que la Xunta se debe comprometer con la mejora de la infraestructura hidráulica de la ciudad. El regidor expresó sus esperanzas en las próximas lluvias pero hace un llamamiento a seguir ahorrando.

Desde la oposición, Marea de Vigo echó en cara al gobierno que el dinero para mejoras se haya gastado en humanizaciones y en dinosetos. A juicio de esta formación, el sistema actual de tarificación no invita a ahorrar agua puesto que se cobra lo mismo si consumes diez metros cúbicos que veintinueve. Por eso pide un sistema de cobro por el gasto real

El cierre parcial del grifo de la presa de Eiras da a un balón de oxígeno a la población viguesa que vive estos días en un espejismo de luces y diversión un poco ajeno a la verdadera dimensión de la cuesta que se avecina en enero si sigue sin llover. No obstante, con la disminución del caudal ecológico se triplica el número de días que pueden durar las reservas de agua.