El Meixoeiro es el hospital que opera más glaucomas con la técnica más puntera
VIGO CIUDAD
El hospital vigués interviene a unas 30 personas cada año con este sistema, que ya ha beneficiado a un centenar de pacientes
30 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Meixoeiro es el único hospital de Galicia que opera el glaucoma con una técnica conocida como canaloplastia. Se trata de una enfermedad que afecta al 2 % de la población mayor de 40 años, aunque en Galicia ese porcentaje se puede elevar hasta el 4 %. Se caracteriza por una excesiva presión sanguínea en los ojos que provoca un daño en el nervio óptico. El servicio de oftalmología del hospital ya ha operado a un centenar de pacientes gracias a esta técnica, que es poco invasiva. Está tratando a unas 30 personas cada año.
Las primeras intervenciones se realizaron en el año 2010, pero hasta el 2013 no obtuvo la homologación de Avalía-T, el organismo oficial de la Xunta para acreditar las nuevas técnicas médicas.
Según el Servizo Galego de Saúde, la unidad de glaucoma del servicio de oftalmología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo es la que acumula el mayor número de casos de canaloplastia de toda España, un dato que la consolida como una referencia en todo el país.
Para entender esta técnica hay que tener en cuenta que en el ojo no hay sangre, sino un líquido prácticamente transparente que se conoce como humor acuoso. Ese líquido se va produciendo, pero no debe acumularse en el ojo, sino que cuando se produce el nuevo, el viejo se filtra. Pero cuando hay un glaucoma, el humor acuoso no logra salir de manera natural. Al acumularse, presiona el nervio. Y aquí aparecen los problemas, porque la vista sufre.
La técnica habitual para tratarlo se conoce como trabeculectomía. Pasa por perforar el ojo para eliminar la resistencia al filtrado, pero obliga a colocar una pequeña ampolla que hace las veces de depósito, para acumular ese líquido. Se implanta bajo la conjuntiva, en el párpado inferior. «El problema de las cirugías filtrantes es que normalmente las ampollas cicatrizan», explica el oftalmólogo especialista en glaucoma Javier González.
La canaloplastia es más compleja. Pero no supone una perforación del ojo y no lleva aparejada la colocación del depósito. «Vamos más allá y derivamos el humor acuoso a las vías de salida fisiológicas del ojo», dice el médico. Es decir, el líquido se va eliminando de manera natural, y al no haber demasiado ya no se produce el aumento de presión. Lo consiguen gracias a una membrana semipermeable que permite que se produzca la filtración del humor. Para practicar esta técnica, los cirujanos necesitan un sistema de filtración, que es similar a un catéter.
La canaloplastia es una técnica en auge. Al menos en Vigo. Cada vez se hacen más, según expusieron en una reciente sesión clínica. Pero los oftalmólogos no pueden tratar a todos los pacientes mediante este procedimiento. Lo reservan para personas que no tengan tensiones intraoculares excesivamente elevadas y que no hayan sido intervenidas previamente. Es habitual que las personas con esta patología se hayan sometido a varias cirugías. También hay otras cuestiones médicas, como la permeabilidad o el hecho de que el ojo no tenga inflamaciones. En todo caso, el oftalmólogo deja claro que «existe todo un protocolo con cirugías de rescate para cuando una no funciona».
En el Meixoeiro se hacen entre 200 y 250 operaciones de glaucoma cada año.
«En toda España solo hacemos la canaloplastia tres o cuatro cirujanos»
El oftalmólogo Javier González considera que la canaloplastia está dando muy buenos resultados.
-¿Por qué no la implantan otros hospitales?
-Es una técnica con cierta complejidad. Las cirugías no perforantes no las hacen todos los cirujanos de glaucoma. En toda España solo hacemos la canaloplastia tres o cuatro cirujanos de glaucoma.
-¿Por qué existen tantas técnicas, incluso quirúrgicas, para tratar el glaucoma?
-Porque no hay ninguna que sea perfecta. Esta probablemente sí sea la más sofisticada.
-¿Por qué se produce el glaucoma?
-El glaucoma es un grupo de enfermedades que tienen en común un daño en el nervio óptico, habitualmente por un exceso de presión intraocular, aunque en otras ocasiones se debe a que el nervio está debilitado y no soporta presión. Normalmente es por la edad, ya que el envejecimiento de las estructuras oculares que drenan el ojo provoca que pierdan elasticidad y que haya depósitos de material extraño y deje de funcionar.
-¿Aún deja a gente ciega?
-Lamentablemente, sí. Como no duele, en muchos casos se diagnostica tarde, cuando ya está avanzado.