El movimiento de agua será por gravedad, y no por bombeo, para ahorrar costes
28 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El carrusel de reuniones mantenidas en las últimas semanas entre los concellos afectados por la falta de agua en los embalses de Eiras y Zamáns y la Xunta se saldó ayer con un pacto que parece definitivo para importar agua desde el río Verdugo. De las dos alternativas planteadas por Augas de Galicia la semana pasada, la mejor para las partes implicadas es la que inicia el trasvase desde el salto hidroeléctrico de Laforet. El proyecto prevé la ejecución de una pequeña impulsión que será conducida por gravedad hasta el abastecimiento de Eiras. Dicha opción implica una red de algo más de seis kilómetros y un coste de 5,4 millones de euros. Roberto Rodríguez, director de Augas de Galicia, reconoció ayer que es la alternativa que cuenta con más apoyos al poder acometerse en la mayor brevedad. La obra tiene un plazo de ejecución estimado de tres meses, se trabajará en turnos de 24 horas, festivos incluidos, y en varios tramos de forma simultanea para, incluso, rebajar la estimación de tiempo. Además, la infraestructura será fija por si vuelven a darse nuevos episodios de sequía.
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, coincidió con Rodríguez al constatar que la alternativa elegida, aunque implica una construcción más larga que la descartada, apenas generará gasto de bombeo al trasladar el agua por gravedad. Tanto el Concello como la Xunta coinciden también en que el paso que resta para empezar los trabajos es la firma de un convenio para concretar la fórmula administrativa a utilizar. Es decir, un modelo en el que figure que el propio Concello ejecuta el proyecto u otro en el que sea el Ayuntamiento el que solicite al Gobierno gallego que lo haga, según explicó Rodríguez, que matizó que la Consellería de Medio Ambiente «está dispuesta a colaborar en una proporción similar a otras obras parecidas hechas en Galicia».
Caballero reiteró ayer que la obra tiene que hacerse lo antes posible, y aseguró que las arcas municipales «asumirán los costes que no quieren asumir otras Administraciones. Por tanto, si alguna Administración abandona la traída de agua a esta ciudad y no coopera, será Vigo la que haga todo pero quedará claro que no quieren ayudar». La obra será llevada al Consello da Xunta para aprobar su urgencia para hacerla lo antes posible,