El deterioro del cine Vigo causa filtraciones de agua a los vecinos

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M. Moralejo

Los propietarios de la antigua sala no la reparan y esta continúa pudriéndose

23 nov 2017 . Actualizado a las 16:00 h.

Impotencia. Es lo que sienten los vecinos del edificio número 10 de Doutor Cadaval, afectado por filtraciones de agua que han causado graves daños en dos viviendas y en las escaleras comunes del inmueble, que tiene 15 pisos en total. Es uno de los bloques colindantes con el antiguo cine Vigo. El abandono de la sala, cerrada en el año 2002, ha ido deteriorando progresivamente las instalaciones hasta crear problemas serios a los inquilinos, que sufren humedades y entradas de agua por la rotura de bajantes en el interior del antiguo negocio de la empresa Espectáculos Fraga S.A., que también era dueña del teatro del mismo apellido.

Los estropicios en el cine se agudizaron durante una temporada en la que había okupas en el interior, hasta que el incendio del año 2012 hizo que el Concello clausurase las entradas para evitar intrusos.

Pero la falta de mantenimiento es imparable. Claudio Gómez y Natalia Rodríguez son dos de los damnificados. Compraron un estudio en una entreplanta del edificio número 10 en la época de la burbuja inmobiliaria. Gastaron en el 2006 más de 80.000 euros por apenas 31 metros cuadrados, eso sí, en pleno centro de Vigo. Los daños se han ido haciendo más grandes y en el pasado abril la Policía Local inspeccionó el edificio «por unas filtraciones de agua procedentes del inmueble vecino». Según refleja el atestado, el problema viene sucediendo desde hace tiempo y el dueño del cine no ha adoptado «ninguna medida para solucionarlo»,

El cine está embargado por la Agencia Tributaria por una deuda de 109.768 euros. El pasado 26 de mayo el Concello anunció la subasta del inmueble por 379.633 euros. Pero, según los vecinos, no se presentó ningún postor y quedó desierta.

En junio la acumulación de agua entre el antiguo cine y el edificio era ya tan grande que empezó a salir por los enchufes. Los inquilinos del primero la abandonaron el 30 de ese mes. Hoy el piso se encuentra sin electricidad y necesita una reforma que no se puede ejecutar hasta que no se arregle la tubería bajante del cine y los desperfectos que pueda haber en el tejado y que provocan la entrada de agua cuando hay precipitaciones. La ausencia de lluvias este otoño, que resulta tan dañina en general, tiene al menos una consecuencia positiva para los residentes de estas casas.

En el pasado mes de agosto, Lucía Sirvent, arquitecto técnico e ingeniero de la edificación realizó un informe sobre las filtraciones de agua a través de la pared medianera con el antiguo cine Vigo. El inmueble número 10 consta de dos bloques diferenciados. El primer bloque, con fachada a la calle Doutor Cadaval consta de bajo más cinco plantas. El bloque dos se encuentra en la parte trasera de la parcela y fue reformado por completo en el año 2004 y posee cinco plantas destinadas a viviendas.

Las inspecciones fueron realizadas en presencia de la presidenta de la comunidad de propietarios, Natalia Rodríguez y de los dueños de las viviendas perjudicadas. El estudio detectó filtraciones en las escaleras comunes del inmuebles y en dos viviendas. El informe pone de relieve que «la situación de la edificación colindante es de total ruina con ausencia de trabajos de conservación y mantenimiento, lo que agrava su mal estado provocando filtraciones de agua». La arquitecto técnico subraya que «el estado de ruina y dejadez fue agravado por el incendio producido en el bloque en marzo del 2012 y así consta en un informe realizado por técnicos del Concello de Vigo.

Los vecinos se han reunido recientemente con la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento. Esta se encuentra a la espera de que el juzgado autorice la entrada en el antiguo cine y acometer las reparaciones imprescindibles de manera urgente. «A ver si el juzgado se da prisa porque llevamos muchos dinero y tiempo perdidos», se quejan los residente.

María Fernández, una residente del inmueble, pone de relieve que llueve sobre mojado y recuerda las consecuencias del incendio del 2012 cuando «se levantó la tarima de mi casa, estuvo todo lleno de humo y hubo que pintar». Entre le peritación y la reparación tuvo que permanecer un mes fuera de su hogar.