La tarjeta verde de Vitrasa se jubila en favor de otra que oferta más servicios

El color verde de la tarjeta de Vitrasa es un clásico que ya dura 15 años en las carteras de los vigueses, pero que tiene los días contados. Así lo está anunciando por correo postal el Concello a través de una carta personal encabezada por una foto silueteada del alcalde, Abel Caballero, que presenta en sociedad el nuevo documento, que se llama Pass Vigo. La iniciativa, además de ventajas para los usuarios del transporte urbano, incluye otras utilidades para el uso de las instalaciones deportivas municipales, la asistencia a espectáculos en auditorios u otros actos culturales, tal y como recoge la misiva que ya ha sido entregada en los buzones de varias zonas de la ciudad.

El texto firmado por el regidor pone en valor que Vigo es una ciudad que «lidera o progreso e a mellora da calidade de vida de centos miles de persoas». La frase sirve de encabezamiento para añadir que su equipo de gobierno lleva poniendo en marcha «solucións intelixentes para un transporte público áxil e eficaz que sirva á peonalización da cidade en detrimento da circulación masiva de coches». El documento sostiene que todo lo relatado por él regidor en la misiva ha derivado en la tarjeta Pass Vigo, que viene a ser, a ojos del alcalde, el resultado de tantos años de gestión condensados en un documento plástico que hará la vida más fácil a los vigueses. Y es que serán solo los empadronados en el término de Vigo, según lo expuesto en la carta, los únicos que podrán beneficiarse de la tarjeta y por extensión de sus bondades.

El eslogan promocional dicta que la Pass Vigo será «a tarxeta das viguesas e dos vigueses», mientras en el texto de presentación se añade que será «un documento que amosarás -haciendo referencia a los residentes en el municipio- con orgullo de pertencer e vivir en Vigo». Ambas manifestaciones apuntan que la intención del gobierno local seguirá siendo, igual que con la tarjeta verde, para uso exclusivo de las personas censadas en el ayuntamiento más poblado de Galicia. Una tercera frase incluida en la misiva apunta en la misma dirección: «A Pass Vigo vaise converter case nun carné de identidade para todas as viguesas e todos os vigueses».

Caballero adelanta que la citada carta que está llegando a la sociedad por buzoneo es una primera presentación que dará paso a otra mayor en la que se detallarán todos las ventajas que se aluden de pasada en la carta. Lo que queda en el aire es si la Pass Vigo supondrá un punto de inflexión para que los usuarios del transporte metropolitano, que tienen su propia tarjeta de abono, podrán hacerla compatible con el nuevo documento, algo que hasta ahora no pasa y que supone importantes contratiempos para numerosos usufructuarios de la tarjeta metropolitana. Esta situación supuso en su día el enésimo enfrentamiento entre Concello y Xunta, siendo uno de los argumentos utilizados desde la Praza do Rei para avivar las diferencias entre ambas Administraciones que en la tarjeta del transporte metropolitano no figuraba el escudo del Concello y sí el logotipo del Gobierno gallego. Otra incógnita por resolver es si la tarjeta será compatible con el aparcamiento de pago del Hospital Álvaro Cunqueiro, ya que se encuentra dentro del municipio.

La Pass Vigo, según se puede ver en la carta de Caballero, cambia de diseño con respecto a la tarjeta verde de Vitrasa. La parte frontal reproduce una fotografía de la fuente del Bicentenario (frente al Concello), con una banda roja en la parte inferior que recoge el lema «Vivimos nunha cidade fermosa» y el escudo municipal. La parte trasera del documento, al igual que los servicios que se anuncian, pero no se detallan, siguen siendo una incógnita para muchos de los vecinos que recibieron la carta, tuvieron conocimiento de su existencia o acceso a la misma. Pero para eso habrá que esperar, tal y como pide Caballero, al adelantar que «moi pronto vas coñecela en profundidade e daraste conta de que será un instrumento eficaz para todos e todas».

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