Ocho condenados por provocar accidentes en la rotonda de Coia

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Tres acusados fueron absueltos porque no tenían nada que ver

22 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El mayor juicio contra una banda de rotonderos se ha saldado con condenas para ocho acusados por causar siete accidentes en la rotonda de Coia para cobrar el seguro de forma fraudulenta. En total, los integrantes han sido condenados en conjunto a casi 15 años de cárcel por estafa.

De los once implicados, solo tres han sido completamente absueltos porque eran miembros de una familia de vacaciones en Vigo que no tenía nada que ver. La aseguradora sospechó de ellos porque el conductor era un rotondero habitual pero la jueza no vio indicios de trampa.

La sentencia fue impuesta por el juzgado de lo penal número 3 de Vigo y obliga a pagar una indemnización total de 50.044 euros por seis accidentes provocados entre en febrero del 2012 y marzo del 2015. La cuantía defraudada en el séptimo accidente no pudo cuantificarse.

La mayor condena, de dos años y 3 meses de cárcel, ha recaído en el líder de la banda, David M.G., al que implican en cuatro accidentes como conductor. Su principal cómplice, su madre Rosa María G.O., fue condenada a dos años por causar los otros dos siniestros. Los otros seis implicados, uno que condujo una vez y el resto ocupantes, fueron sentenciados a un año y nueve meses de cárcel cada uno, por lo que se librarán de ingresar en prisión.

La mitad de las indemnizaciones irán destinadas a abonar un accidente valorado en 26.388 euros que ocasionaron el 19 de julio del 2014 porque cuatro ocupantes reclamaron daños y lesiones.

Siete accidentes probados

La jueza ve probado que los ocho implicados, en su mayoría parientes, novios o amigos, se compincharon para provocar accidentes, todos ellos en la rotonda de Coia, donde está el barco Bernardo Alfageme. La mecánica de las colisiones era siempre la misma: los acusados entraban en la rotonda y circulaban por el carril exterior a la busca de una víctima. Cuando veían pasar algún vehículo que se dispusiera a cruzar desde los carriles interiores de la rotonda para tomar alguna salida forzaban una colisión lateral o frontolateral. Esperaban a golpear al coche cuando este se hallaba en el carril exterior para tomar la salida.

Las colisiones eran de poca entidad y con desperfectos leves pero los ocupantes del coche de los rotonderos decían a la aseguradora que habían sufrido dolores de tipo cervical y de espalda para cobrar las indemnizaciones porque la culpa, técnicamente, era del conductor contrario que salía. También reclamaban los daños en la carrocería.

Recientemente, otro grupo de rotonderos que actuaba en la Gran Vía fue condenado por una estafa similar al seguro.