Las praderas submarinas de las Cíes son el hábitat favorito de los caballitos de mar

VIGO CIUDAD
Investigaciones Marinas recoge la vida de los signátidos en un documental
16 nov 2017 . Actualizado a las 12:27 h.En el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo (IMM) empezaron a interesarse por los caballitos de mar hace una década. De hecho, es uno de los tres únicos centros de Europa que ha logrado producir ejemplares en cautividad. Finalmente, hace dos años el equipo que dirige Miquel Planas consiguió financiación para profundizar en la investigación tanto de esta especie como de otros signátidos como los peces pipa. Así nació el proyecto Hippoparques, cuya finalidad es identificar y caracterizar tanto los hábitats favoritos de estos animales como sus fuentes de alimentación.
Dos son las áreas de estudio seleccionadas, los parques nacionales de Illas Atlánticas, en concreto en concreto las aguas que rodean las Cíes y Ons, y de Cabrera, en el Mediterráneo. Aunque los resultados no se conocerán hasta dentro de un año, los científicos ya disponen de una serie de material que permite descubrir dónde viven, qué comen o cómo se reproducen, entre otras cuestiones. En concreto les gustan las zonas más abrigadas del archipiélago, en especial el entorno del islote de Viños. La presencia de estos animales está estrechamente asociada a la salud y distribución de las comunidades vegetales.
Los investigadores ya saben que son seis las especies de signátidos que habitan en el entorno de las Cíes, y que los que más abundan son los peces pipa. Y el pasado año, el primero del estudio, lograron grabar ejemplares de caballito de mar de una especie de cuya presencia no se tenía constancia en la zona, el hippocampus guttulatus. Los localizaron a unos 7 metros de profundidad y cubiertos de algas.
Parte del resultado de cientos de horas de observación en el trabajo de campo lo han plasmado en un documental de 45 minutos -Syngdoc: El desconocido mundo de los signátidos-, que ha obtenido el segundo premio en la categoría de documentales de larga duración en el Ciclo Internacional de Cine Submarino de San Sebastián. «Hemos querido poner en valor la labor que hacen los grupos de investigación, acercar la ciencia al público», afirma el subdirector del IIM, Ángel González. «Queremos también aumentar la sensibilización de la sociedad», apostilla Miquel Planas, que añade que para ello nada mejor que sembrar en educación. Por eso pretenden proyectar la cinta no solo en festivales, sino también en colegios. «Es una herramienta perfecta, y el hecho de que nos hayamos centrado en unas especies tan atractivas que dan tanto juego a nivel de divulgación científica ayuda en la tarea», sostiene Planas.
Caballitos de mar y peces pipa constituyen una familia de peces con una biología desconocida cuya evolución en el tiempo les permitió adaptarse a nuevos ambientes y adquirir unas características únicas en el mundo animal. Según Planas son precisamente esas características las que les han hecho «muy vulnerables en un entorno sometido a una creciente destrucción por la acción del ser humano. Las consecuencias son graves y muy alarmantes para las poblaciones salvajes», dice. El futuro dependerá del desarrollo de planes adecuados de sensibilización y conservación.
Miquel Planas: «El hábitat la convierte en una especie emblemática de la diversidad»
Miquel Planas es una de las voces científicaas más autorizadas en caballitos de mar. No en vano lleva estudiándolos desde el 2006. El Instituto de Investigaciones Marinas de Bouzas, que es donde realiza sus investigaciones, fue el primero de Europa en reproducirlos en cautividad. «Es cierto, hemos sido la punta de lanza de la investigación en este campo. Estamos criando alrededor de 2.000 ejemplares al año», reconocía ayer durante la presentación del documental que sobre la vida de los signátidos han filmado en el entorno de las islas Cíes.
Explica que si bien es una especie que carece de valor comercial -«salvo en China, que se los comen», dice-, su importancia radica en que «es una de las emblemáticas de la biodiversidad marina dado que vive en áreas de praderas, que son muy sensibles a la acción del hombre», asegura. Por eso, añade que el proyecto Hippoparques no solo estudia la biología y ecología de los caballitos de mar y los peces pipa, sino también las comunidades vegetales a las que están asociados. «La información que obtengamos servirá entre otras cosas para que puedan habilitarse zonas de especial protección», concluye.