La compañía israelí ofrecerá seis funciones en el Teatro Afundación hasta el próximo domingo
09 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El grupo de percusión y danza Mayumaná llega al Teatro Afundación (Policarpo Sanz, 13) con su nueva propuesta escénica ¡Rumba!, un espectáculo que narra una historia de amor a través del lenguaje rítmico del grupo y con las canciones del grupo Estopa como banda sonora.
Tras el éxito cosechado en Madrid con más de 100.000 espectadores, Mayumaná llega a Vigo donde ofrecerá seis actuaciones. Hoy y mañana, saldrán a escena en una sola sesión programada para las 20.30 horas. El sábado 11 actuarán a las 17.30 y a las 20.30 horas y, finalmente, el domingo 12 de noviembre esta compañía rematará su visita a Vigo con dos sesiones a las 17.00 y a las 19.30 horas. Las entradas se pueden adquirir en la web Ataquilla.com a partir de 22.50 euros.
Más de ocho millones de espectadores han disfrutado de los espectáculos de Mayumaná, uno de los grupos de percusión, ritmo y danza más importante del mundo. Para su nueva propuesta, ¡Rumba!», han elegido la música de Estopa, con canciones como Malabares, La raja de tu falda, Como camarón o Primavera, como banda sonora e hilo narrativo para ofrecer un espectáculo desbordante, interpretado por un elenco de artistas que cantan, bailan y tocan todos los instrumentos generando la combinación rítmica y visual que distingue a todos los espectáculos de Mayumaná. Una propuesta que se adentra en un territorio nuevo e inexplorado en cuanto a movimiento, ritmo y coordinación, y que ofrece una nueva dimensión a la música de Estopa.
Los participantes en este espectáculo son Marcos Martínez, María Ordóñez, Cisco Cruz Bonal, Ernesto Pigueiras, David Ávila, Miguel Ángel Belotto, Lucía Ambrosini, Palmira Cardo, Alejandra García, Redouan Senhaji, Nuria Luna, Olga Magaña, Raquel Molano y Álex Arce. Todos ellos estuvieron bajo las órdenes de Boaz Berman y Geri Berman.
En 1996, Eylon Nuphar y Boaz Berman tuvieron la idea de crear un espectáculo basado en el estilo creativo y la energía tan especiales que compartían. Reunieron a un pequeño grupo de artistas versátiles y comenzaron a trabajar con ellos en un pequeño sótano de Tel Aviv. Para dar a Mayumaná un sabor distintivo, los bateristas tenían que bailar, los danzarines tenían que hacer sonar las cajas y actuar, los actores tenían que cantar y los cantantes tenían que ser acróbatas. En menos de un año, el primer espectáculo de Mayumaná debutó en la capital de Israel.