Reconocen la pensión de viudez a una divorciada porque fue maltratada en 1988

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El TSXG admite que la mujer fue víctima de violencia de género antes de separarse

06 nov 2017 . Actualizado a las 12:43 h.

Una viguesa de 56 años ha logrado que la Justicia le reconozca el derecho a percibir una pensión de viudez de su exmarido, del que se separó en 1988, tras cinco años de matrimonio y cuando ella tenía 27. La razón es que ella, casi tres décadas después, acreditó que fue víctima de violencia de género cuando estaba casada, una de las condiciones que exige la ley para percibir esta pensión si los excónyuges no volvieron a casarse o registrarse como pareja de hecho.

El pleito comenzó hace dos años cuando el exesposo falleció en el 2015. Su excónyuge reclamó una pensión de viudez porque hace casi 30 años, cuando se separó, había sido una víctima de violencia machista. Sin embargo, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS)le denegó el subsidio porque el matrimonio duró menos de diez años y pasaron otros diez desde la separación. Además su exmarido tampoco le había dejado una pensión compensatoria tras el divorcio y el INSS no vio acreditado que ella fuese una víctima de violencia de género.

La viguesa recordó que, durante el proceso de separación en 1988, su marido la había insultado e incluso golpeado y dejado un ojo morado. Solo tenía que remover el pasado para buscar las pruebas del maltrato y obtener la pensión de viudez.

«Voute tirar polas escaleiras»

Los cónyuges se unieron en 1983, cuando ella tenía 22 años, pero cinco años después se separaron de mutuo acuerdo en Vigo y con un convenio regulador que no estableció ninguna pensión compensatoria para la esposa. Se divorciaron en 1994.

La mujer recordó que su marido, en la época anterior a la separación, le dirigía expresiones como «voute tirar polas escaleiras» e insultos machistas. Sus hermanas se dieron cuenta de que ella tenía un ojo morado y les contó que su marido le había arrojado unas llaves a la cara. El cuñado pidió explicaciones al marido por maltratar a su hermana pero le dio la callada por respuesta.

Las discusiones siguieron incluso en 1989 en el domicilio de ella, cuando él la cogió por los hombros y la lanzó contra una puerta sin causarle lesiones. Fue condenado en una sentencia de ese mismo año como autor de una falta de malos tratos, en la que declararon varios testigos.

El juez de lo social número 2 de Vigo le concedió el derecho a percibir la pensión de viudez por el fallecimiento de su exmarido y ordenó a la Seguridad Social que le pagase todas las cuantías.

El INSS pidió al Tribunal Superior revocar la sentencia. Alegó que todos los testigos que dijeron que la mujer era víctima de género casualmente eran familiares de la beneficiaria de la pensión. La Seguridad Social recordó que se separaron de mutuo acuerdo, que pactaron un régimen de visitas del marido a sus hijos y que ella renunció a la pensión compensatoria porque trabajaba y ganaba su dinero. El INSS no vio evidencias de una situación de conflicto que motivase la separación.

El Tribunal Superior da ahora la razón a la viguesa porque ve como «hecho probado incombatido» que era vejada, amenazada y sufría palizas. «Hay serios indicios de que la mujer, hasta su separación e incluso después, era víctima de violencia de género por parte de su entonces marido», señala el alto tribunal en su reciente sentencia.