El debate organizado por la Ateneo sobre el museo y el cambio de director da lugar a visiones contrapuestas
26 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La situación y el futuro del Museo de Arte Contemporánea, Marco, fue objeto de debate abierto ayer a propuesta del Ateneo Atlántico, un colectivo recientemente creado para la participación ciudadana. La incertidumbre que rodea el principal referente cultural de la ciudad fue puesta sobre la mesa en la biblioteca de la Escola de Artes e Oficios, en presencia de más de cien personas muy vinculadas a la cultura en Vigo.
El profesor y crítico de arte Carlos L. Bernárdez presentó y moderó cuatro exposiciones realizadas por otras tantas personas. Se abrió en los días previos un período de inscripción para quienes quisieran exponer su punto de vista respecto a la cuestión propuesta. Aunque eran seis personas las que se habían inscrito, dos de ellas no acudieron a la cita.
Abrió el turno Daniela Sarraíno, la presidenta de la Agrupación de Amigos del Marco, que recordó que este es un lugar emblemático que ya está en la memoria colectiva de todos los vigueses. La responsable de la asociación lanzó una señal de socorro para el museo y reclamó una dirección profesional. Recordó que Amigos del Marco ya había recogido más de cinco mil firmas para reclamarle al alcalde un concurso de méritos que elija la nueva dirección que suceda a Iñaki Martínez Antelo. «Hay una diferencia notable entre comprar exposiciones y producir nuestro propio conocimiento; si no escribimos nuestra propia historia no nos veremos representados en ella», afirmó Daniela Sarraíno.
Le siguió el pintor Mingos Teixeira, quien se presentó a título personal y señaló que «o mellor irei a contracorrente pero estou no meu dereito». Partió su exposición de la premisa de que el Marco tiene un pecado de origen. Se refirió a unas reuniones realizadas en 1994, al amparo municipal, por un grupo de artistas, que concluían que el Museo Quiñones de León estaba agotado por lo que era necesario buscar un lugar en el centro de la ciudad para acoger las colecciones municipales, concluyendo que el antiguo palacio de justicia era el lugar adecuado. «Sucedió que quienes no participaron en aquello le comieron el coco al alcalde de entonces y se le cambió el sentido y ahí está el mal», dijo. Teixeira añadió que había que repensar todo el marco expositivo de la ciudad porque se gastaba mucho dinero que después no se reflejaba en las exposiciones. «No debió existir nunca como museo de arte contemporáneo pero como entonces estaba naciendo el CGAC no podíamos ser menos», añadió.
Mérito y competencia
Ania González, abogada y crítica de arte, dio la noticia del debate. Si el alcalde no convoca un concurso para elegir la nueva dirección se podría acudir a la justicia ya que hay precedentes favorables. Explicó que los mecanismos de la fundación para la contratación de personal de alta dirección están sometidos a la norma estatal porque se nutre de fondos públicos. Aludió a la obligatoriedad de cumplir con los principios de mérito, competencia e igualdad, que están amparados por la doctrina creada por el Tribunal Supremo. También explicó que no se puede realizar una modificación estatutaria como la realizada por el gobierno local en la Fundación Marco.
Cerró el turno de intervenciones personalizadas Xerome Calero, actor y director teatral. Fue detallando todas las pérdidas culturales que tuvo la ciudad desde hace cinco años, así como los recortes económicos sufridos por el área cultura. «En Vigo hai cómplices de que non quede nada no ámbito cultural nesta cidade», concluyó.
Las intervenciones fueron registradas audiovisualmente.