Menores de pisos tutelados participan en una terapia asistida con animales practicando pádel surf
24 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Navegar por la costa de Bouzas con un perro también puede ser una forma de hacer terapia. Así lo entiende la empresa Ada de intervención asistida con animales, que ayer puso en marcha un proyecto pionero cuyos beneficiarios son menores en situación de desprotección.
Seis chavales con edades comprendidas entre los 11 y los 16 años de edad se subieron a las tablas de pádel surf llevando como tripulantes a tres terapeutas peludos y de cuatro patas.
Fue una tarde de diversión en la que los menores, que viven en pisos tutelados, pudieron disfrutar de una actividad que se sale de lo rutinario apoyados por cuatro monitores.
Educadores sociales
La portavoz de esta iniciativa, Olalla Vergara, manifiesta que «vamos con educadores sociales y personas de ese ámbito porque queremos controlar no solo que los chicos hagan deporte y prueben actividades nuevas que les pueden gustar, sino que se relacionen de forma positiva tanto entre ellos, como con otras personas que puedan estar en la playa».
El objetivo se cumplió en esta primera actividad y habrá más. Se trata la primera sesión de una experiencia piloto que se desarrolla conjuntamente con la asociación Berce, una entidad sin ánimo de lucro dedicada al desarrollo integral de los jóvenes y que gestiona pisos tutelados para menores.
El programa también contempla la práctica del canicross, que consiste en correr por el monte con un perro que va sujeto con un arnés. Se trata de una actividad al aire libre que permitirá a los participantes liberar mucha energía. Inicialmente se iba a realizar en el monte de Fragoselo, pero los organizadores buscarán otro emplazamiento que no haya sido afectado por los incendios. Además se pretende introducir a los menores en el agilitty, una modalidad competitiva en la que un guía dirige a un perro sobre una serie de obstáculos. «Lo haremos en una pista de adiestramiento para probar y después nos pondremos en contacto con clubes una vez que demuestren que se comprometen con la actividad», señala Olalla.
Los organizadores quieren poner en marcha esta actividad en grupos más amplios y durante todo el curso, para lo que actualmente busca financiación en instituciones públicas y empresas., así como subvenciones para poder facilitar a los adolescentes el material que necesitan para participar.