El sector inmobiliario vigués recupera fuelle con 1.046 ventas en seis meses

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

La vivienda de segunda mano concentra el grueso de la demanda en la ciudad

20 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hay empresas muy fuertes que están poniendo sus ojos en el mercado vigués porque empiezan a considerarlo interesante». La afirmación de Javier Garrido, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Pontevedra (Aproin), viene a corroborar los datos de compraventa del primer semestre del año. Según la estadística del Ministerio de Fomento, entre el primero de enero y el 30 de junio se vendieron en la ciudad 1.046 viviendas. El fuelle que empieza a recuperar el sector queda patente en los números del primer y el segundo trimestre: 490 y 556 ventas, respectivamente.

José Viqueira, impulsor de Walicia, el primer portal inmobiliario gallego, coincide en subrayar ese repunte, que da por seguro que será sostenido en el tiempo, si bien confía en que el crecimiento sea lento. «La vorágine de compras que hubo a mediados de la pasada década estaba fuera de toda lógica. No debe volver. Tiene que estar todo más acompasado, precios, créditos...», afirma.

En ese punto álgido de la burbuja al que se refiere llegaron a venderse 1.179 viviendas en un trimestre -año 2005- con precios medios de 2.475 euros por metro cuadrado, más del doble de los 1.125 que se están pagando ahora en el conjunto de la provincia, según datos de Walicia que remite al INE y a Fomento.

Otro aspecto que revelan las estadísticas es que el grueso de la demanda se concentra en la vivienda de segunda mano, que representa más del 90 % de las operaciones. Así, de las 556 que se vendieron en el segundo trimestre solo 29 eran de nueva construcción. Aunque José Viqueira reconoce que los números de la obra nueva han bajado en todas las ciudades «en el caso de Vigo son desoladores», dice. En parte tiene la culpa la anulación del Plan Xeral de Ordenación Municipal del 2008, pero también en parte la contracción del mercado y la bajada de precios que, afirma, hace que las empresas echen mano de la prudencia a la hora de diseñar inversiones porque por una parte no saben cuánto van a tardar en recuperarlas y, por otra, van a tener que fijar unos precios tan a la baja que no les compensa la exigua rentabilidad.

De hecho, en este momento las nuevas promociones no superan la docena, algunas de años anteriores a la espera de vender los últimos pisos, caso de la torre Pizarro o del edificio Suevia (Policarpo Sanz). Solo hay dos en fase inicial, las que promueven Arturo Ramírez en Castrelos y Viqueira en Fátima.

Es un escenario que, coinciden Javier Garrido y José Viqueira, está empezando a cambiar. El inminente desembarco de grandes empresas nacionales atraídas por las posibilidades que ofrece la ciudad, propiciará en buena medida ese cambio.

La primera en dar el paso ha sido la madrileña Avantia. El grupo inmobiliario madrileño construirá 120 viviendas en un solar situado en las inmediaciones de Povisa, con fachada a las calles Barcelona, Tarragona, Zaragoza y Sevilla. El solar, de más de 2.500 metros cuadrados, sobre el que se levantan dos estructuras abandonadas hace tiempo, cuenta con licencia de construcción desde el 2005. Avantia está a punto de cerrar un acuerdo con una constructora local para iniciar la obra.

Otro proyecto por el que también se ha interesado alguna empresa sustentada por fondos de inversión es el del Barrio del Cura. «Progresa adecuadamente», aseguran algunas fuentes del sector consultadas, que afirman que solo compañías muy fuertes puede ser capaces de soportar una operación de semejante tamaño, «ya que tardará años, y no pocos en pasar del papel a la realidad porque no hablamos solo de edificios. Hablamos de plazas, de áreas comerciales, de conservar elementos singulares...», concluyen dichas fuentes.