El microplancton de la ría de Vigo ofrece pistas sobre el cambio climático

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

La investigación permitirá conocer cómo funciona el mar entre las Cíes y San Simón

14 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Por qué el mar en general y la ría de Vigo en particular se comporta de una manera o de otra en un determinado momento? La respuesta podría estar en el plancton. Pero no en las especies más habituales y bien conocidas, que también, sino en aquellas más diminutas para las que ni siquiera el microscopio resulta una herramienta válida y hay que recurrir a técnicas de análisis molecular para poder identificarlas. Es lo que está estudiando un equipo integrado por siete científicos del Instituto de Investigaciones Marinas y de la Universidad de Vigo bajo el paraguas de un proyecto nacional bautizado como I-small.

Francisco Gómez Figueiras, uno de los integrantes de ese equipo, explica que el hecho no solo de ponerle nombre a una serie de especies de plancton que hasta ahora forman parte de un inmenso cajón de sastre «en el que cabe todo», sino de entender su comportamiento, «nos permitirá diseñar y gestionar mucho mejor cualquier cosa que se quiera hacer en la ría y saber qué problemas puede conllevar, como puede ser la instalación de un puerto o una factoría», dice. En este sentido, añade, «va a garantizar no solo que sea más eficiente, sino también más sostenible».

Se trata de un proyecto a tres años que arrancó en el 2016 y cuyos primeros resultados no se harán públicos hasta principios del 2019. Explica Gómez Figueiras que lo que han hecho hasta ahora ha sido poner a punto las diversas técnicas que necesitan para hacer viable el estudio, entre ellas la del análisis molecular de las microalgas, algunas tan minúsculas que apenas superan las 0,2 micras. «Ninguna de las especies objeto de estudio supera las 20 micras», afirma. También han puesto a punto la técnica que mide la regeneración de nutrientes en el sedimento «Este proceso regenerativo es el que a la postre nos va a decir cómo funciona la ría», asegura.

De forma paralela, están realizando muestreos desde las Cíes hasta San Simón, a razón de tres semanales, que darán por finalizados la próxima semana. «A continuación empezaremos los análisis y, por fin, vamos a constatar que hay tantas o más especies de plancton pequeño que de grande y van a ser una herramienta fundamental para ayudarnos a entender qué puede pasar en la ría en un futuro no tan lejano desde el punto de vista del cambio climático. Si conocemos el proceso desde el inicio de la cadena trófica podremos anticiparnos a algunos problemas».

Por ejemplo, ahora se sabe que los afloramientos potencian la proliferación de diatomeas, unas algas que suelen emplearse como bioindicadores de la calidad del medio. Si baja el afloramiento también bajarán las diatomeas, y serán las algas minúsculas las que dominen, de ahí la importancia de saber cuántas hay, qué nutrientes tienen, cuánto pueden llegar a producir, quién se las puede comer... «En definitiva, tendremos una fotografía mucho más completa de la salud de la ría», dice Gómez Figueiras, que está convencido de que es el alimento de las larvas de mejillón, que cree incapaces de comer plancton más grande.

Conocer mejor el ecosistema posibilitará anticiparse a los problemas

El aumento de la estratificación oceánica constituye uno de los efectos más evidentes del calentamiento climático. Esto reduce la mezcla de las aguas de superficie con las profundas ricas en nutrientes, lo que provoca una importante limitación del crecimiento del fitoplancton, con impredecibles consecuencias para los ciclos biogeoquímicos y las redes tróficas marinas. Las Rías Baixas, y por ende la de Vigo, están consideradas de riesgo elevado.

Investigaciones recientes señalan que la estratificación de la columna de agua aumenta, mientras que la intensidad y frecuencia del afloramiento disminuyen, lo que puede afectar al funcionamiento del ecosistema, alterando los citados ciclos y modificando la diversidad y abundancia de la comunidad de plancton microbiano.

Francisco Gómez Figueiras, científico del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, asegura que solo siendo conscientes de la existencia de todos estos cambios y reconociendo que es necesario un mejor y mayor conocimiento del ecosistema, podrá hacerse sostenible el océano del futuro. Es lo que busca el proyecto I-small, profundizar en el conocimiento de todos estos aspectos que están íntimamente relacionados con la ría de Vigo como escenario de pruebas.

Además de los muestreos de agua se ha instalado una cámara bentónica en medio de la ría que cierra una parte del sedimento para controlar su evolución a lo largo del tiempo que dura el proyecto. «Así podemos tener tasas tanto de consumo de oxígeno como de regeneración de nutrientes, entre otras», concluye.