Una decena de armadoras buscan financiación para construir 20 buques

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

Lo hacen de forma conjunta bajo el paraguas de Arvi para garantizar más fuerza

11 oct 2017 . Actualizado a las 22:05 h.

La unión hace la fuerza. Es la máxima que han decidido seguir una decena de grupos empresariales, todos ellos socios de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi) que, en conjunto, tienen proyectos definidos para construir más de 20 buques pesqueros de todos los tamaños, desde 30 hasta más de 90 metros de eslora. «La renovación de la flota no tiene macha atrás», sostiene el presidente de Arvi, Javier Touza, que recuerda que la edad media de la inmensa mayoría de los buques supera con creces los 30 años.

El principal freno a esa determinación empresarial, como ocurre en este tipo de operaciones millonarias, lo marca la financiación. Garantizarse una sólida estructura financiera requiere demasiado tiempo, un tiempo que, según Touza, algunos armadores no pueden permitirse ya que necesitan disponer de buques eficientes y competitivos en un plazo de dos o tres años.

Con el fin de allanar el camino han decidido apostar por crear un marco global, una especie de pool al que pueden ir sumándose todas aquellas empresas que necesiten incorporar nuevas unidades a su flota o, en su caso, renovar las que tienen. Con ese objetivo prevén llevar a cabo una ronda de negociaciones con los que consideran actores clave en el impulso de la iniciativa -Xunta de Galicia, Secretaría General de Pesca, Instituto de Crédito Oficial (ICO) e Instituto Galego de Promoción Económica (Igape)- para impulsar esa estructura financiera que precisan, pero también para derribar algunas barreras legales que ahora encorsetan la renovación de pesqueros.

Cita Touza el caso de los GTs (unidades en las que se mide el registro bruto del barco). De acuerdo con la normativa actual, la cifra de GTs en las unidades renovadas tiene que ser la misma de las que sustituyen. «Si queremos barcos más seguros y garantizar unas condiciones de ergonomía propias del siglo XXI no nos pueden pedir los mismos GTs. Mejorar la habitabilidad requiere de más espacio», afirma Touza.

«Tax lease»

Otra cuestión no menor que también reclaman los armadores es que los pesqueros puedan disponer de las deducciones fiscales que proporciona el tax lease, una herramienta que no entienden que tengan otros tipos de buques y no los suyos. Quizá podría ser discutible en los casos de aquellos de muy pequeña eslora, en cuya construcción se inviertan menos de 12 meses, pero no en el resto, ya que la letra del tax lease contempla que podrán acogerse a las deducciones aquellas unidades que no se realicen en serie -únicas- y en las que se invierta al menos un año de trabajo.

Entre esa veintena de pesqueros que esperan por las garantías que, de forma conjunta, está está negociando la Cooperativa de Armadores, figuran los ocho ya anunciados por Pescanova, tres de ellos arrastreros destinados al caladero de Namibia y el resto para la pesca del camarón en aguas de Mozambique. Touza evita ofrecer pistas sobre el resto de compañías con proyectos definidos para construir los más de 12 buques restantes, pero da una pista: «Casi todas las grandes».

Los armadores quieren acelerar la ronda de negociación con las administraciones todo lo posible, ya que pretenden tener despejado el marco financiero antes de que remate el año.