Un «trail» al abrigo del Everest

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El vigués Alberto Iglesias participará en una carrera de seis etapas en pleno Himalaya nepalí

05 oct 2017 . Actualizado a las 09:23 h.

Alberto Iglesias tacha en el calendario los días que faltan para el cinco de noviembre. Ese día, en la cordillera del Himalaya nepalí, iniciará una aventura con la que lleva tiempo soñando y para la que se está preparando a fondo: participará en un trail -carrera por una zona agreste- de seis días en plena ladera del Everest. Serán 160 kilómetros que alcanzarán una altitud máxima de 4.100 metros, pero con desniveles acumulados diarios que oscilan entre los 3.200 y los 6.600. Un desafío para el cuerpo en un escenario de ensueño.

«Dende hai anos Nepal chamábame a atención, pero as aproximacións ao Everest con treking parecíanme turísticas de máis, e por outro lado non me vía capacitado nin co entorno suficiente como para unha aventura de montaña, así que cando xurdiu a Everest Trail Race, unha carreira polo Himalaya nepalí, pareceume fenomenal», desgrana Alberto.

Desde que era un crío el deporte ha estado en la vida del vigués. Fútbol, un poco de remo, atletismo, incluso por su profesión, fisioterapeuta, a diario está en contacto con deportistas, pero fue hace unos ocho años cuando comenzó a ver las zapatillas como un gran aliado. «Sempre practiquei deporte, hai unha década comecei a facer populares, logo pasei aos raids -pruebas de aventura que combinan más de un deporte- e despois aos trails de montaña. Como entre a bicicleta e correr o que mellor se me daba era correr, pois dende hai tres anos fago sobre todo trails», describe.

Las carreras por la montaña y las largas caminatas le han curtido, pero en los últimos dos meses ha insistido en su preparación pensando en Nepal. Dos días a la semana hace trabajo de fuerza, otros dos sale a correr por Castrelos y dos más entrena por el monte. Todo para ponerse a punto para una aventura que compartirá con otros 60 participantes y en la que se enfrentará, entre otros retos, a la altitud.

«Cada día hai etapas de entre 22 e 37 quilómetros, pero cun desnivel esaxerado, son carreiras que non deben ser moito de correr, senón de treking duro porque a máis longa ten case 6.000 metros de acumulado. O que menos controlo é a altura e todo o mundo me pregunta como a preparo, pero é un aspecto que non se adestra. Podes ter costume de ir á montaña e un día darche mal de altura. Fisioloxicamente, a 4.000 metros non debería ter problema, só hai que ser coidadoso coa hidratación e controlar a intensidade».

El hecho de que la carrera se celebre a principios de noviembre tampoco es una casualidad. Los organizadores buscaban un tiempo que no sea época de lluvias y en el que las temperaturas no sean extremas. La previsión es que durante el día los termómetros puedan alcanzar los 15 grados, mientras que por la noche suelen caer en picado hasta los menos diez.

Alberto está emocionado por la aventura que se presenta ante él, pero a la vez tranquilo. La organización de la prueba es muy meticulosa y eso le aporta seguridad. «A organización monta o campamento base e cada día trasládano ao seguinte pobo, os sherpas e os helicópteros encárganse de levalo todo, montan o campamento médico e a tenda comedor. Logo, a proba é de autosuficiencia. Dannos o almorzo ás seis da mañá e ás oito arrancamos, levamos a nosa mochila para seis días cunha roupa de correr e outra de abrigo para cando chegas á meta», explica Alberto. Sabe que su aventura nepalí será exigente. A diario le esperan entre cuatro y seis horas de empinada carrera por el costado del Everest, pero la recompensa al llegar a meta será disfrutar de las pequeñas aldeas que pueblan la falda del Hilamaya.

Experiencia previa

Un trail de tres etapas en los Ancares, varios raids de aventura, alguno non stop de 24 horas, comparten currículo en el historial de Alberto Iglesias, que admite sin embargo que esta es su gran aventura. «O escenario é o primeiro que me levou, que sexa debaixo do Everest, convivir cada día nos pobos nepalís, pero a carreira tamén é moi especial», concluye.