Doce aspirantes a catedrático llevan a juicio a la Universidad de Vigo

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Los profesores están «desmoralizados» porque no ascienden

05 oct 2017 . Actualizado a las 18:57 h.

El juzgado de lo contencioso-administrativo número 1 de Vigo celebró ayer un juicio en el que doce profesores titulares de los tres campus de Vigo, Pontevedra y Ourense reclaman que la Universidade saque a oferta de empleo público las plazas para las que están acreditados en las mismas condiciones que estableció en el 2013.

Los doce reclamantes piden que se ejecute un acuerdo que tomó el Consello de Goberno de la Universidade de Vigo en el 2013 y que consideran con plena vigencia. Piden que esas plazas de catedrático salgan a oferta de empleo público dentro de sus áreas de docencia con los criterios aprobados en el 2013 y no se apliquen otros requisitos distintos que la Universidade estableció años después de forma «arbitraria». Aseguran que las nuevas convocatorias «non responde ao criterio de mérito e antigüedade». Solo dos profesores obtuvieron plaza. Añaden que tales condiciones, basadas en la potestad de autoorganización, «non se teñen aplicado en ningunha outra universidade de España, nas que é incontestable a antigüedade». Acusan a Vigo de poner requisitos «subjetivos» para conceder las plazas a los «enchufados» del equipo rectoral.

Por contra, la Administración alega que el acuerdo del 2013 caducó en base a un informe externo solicitado por la Universidade, por lo que no se debe ejecutar. La defensa de los profesores replicó en el juicio que la Universidade cayó en una contradicción al señalar que el criterio por el que las plazas no se podrían ejecutar procede de un acuerdo que tampoco se podría haber llevado a cabo tras una reforma legal. «Estamos abraiados destas contradicións», dijeron los seis profesores que asistieron al juicio. Aseguran que tantos cambios de criterio los han «desmoralizado» pues tras 30 años de carrera nadie premia su esfuerzo y ven como otros más jóvenes sacan la plaza. Ponen como ejemplo que si un criterio establece que se nombre un catedrático por cada cuatro profesores por área, puede ocurrir que uno acreditado por antigüedad y méritos nunca logre ascender porque en su departamento solo son dos.

La Universidade alegó en el juicio que tal reclamación es extemporánea y que el acuerdo se anuló por falta de presupuesto tras el decreto de tasas de reposición.