La siniestralidad registrada convierte a estas infraestructuras en carreteras de riesgo
30 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La red de carreteras, incluyendo las secundarias, que hay en Vigo, su área metropolitana y otras por las que también se accede a Vigo y su entorno no cuentan con todos los requisitos para que sean consideradas seguras. Así lo certifica la Dirección General de Tráfico (DGT) en un informe de ámbito nacional en donde señala una decena de viales en los que resulta necesario que los conductores pongan los cinco sentidos al volante. Para elaborar este último listado de tramos, que supone la cuarta actualización elaborada por la DGT, se ha realizado un seguimiento pormenorizado de todos los accidentes graves, con víctimas mortales o que necesitaron hospitalización; el número de accidentes en general y la velocidad media de circulación.
En el caso de Vigo, y atendiendo a los estudios hechos en años anteriores, buena parte de los trayectos ya aparecían en los informes previos, en donde el exceso de velocidad, junto a la peligrosidad propia de ciertos viales por el elevado tránsito de coches que acumula, hace que sigan arrastrando la etiqueta de alto riesgo. Uno de estos viales responde al nombre de PO-552, y comunica Vigo y Tui. La DGT hace mención especial al tramo de carretera que hay entre los puntos kilométricos 1,59 y 71,72. El vial PO-331, que comunica las localidades de O Porriño y Gondomar también figura en la lista, concretamente en sus primeros 20 kilómetros.
Las fuentes consultadas en este departamento del Ministerio del Interior señalan que, en el caso de los tramos que pasan por Vigo o forman parte de la red viaria metropolitana, tienen, en líneas generales, un correcto estado de conservación, y que la etiqueta de alto riesgo que arrastran, algunos desde hace varios años, responde principalmente a estadísticas de siniestralidad. Es el caso del vial que comunica Redondela y el puerto de Vigo, en el que existe un tránsito regular de camiones y otros vehículos industriales, tienen que convivir a diario con conductores de utilitarios que no siempre tienen la paciencia necesaria. Situación similar se constata en el corredor de O Morrazo (CG-4.1), concretamente entre los once primeros kilométricos. La DGT reconoce que las calzadas consideradas peligrosas tienen una mayor presencia de radares y de agentes de la Guardia Civil de Tráfico.
«El principal problema es el mal trazado de los viales, no su estado de conservación»
Ramón Santos lleva toda la vida al volante de camiones por las carreteras de Vigo, su área metropolitana y el resto de Galicia. En calidad de presidente de la Asociación Provincial de Transportes por Carretera, explica que la relación de viales que la DGT etiqueta como peligrosos es numerosa, y que el motivo que provoca esta situación, desde su punto de vista, responde «no solo a negligencias de los conductores, el principal problema es el mal trazado que presentan los viales, no su estado de conservación».
Santos pone como ejemplo especialmente crítico el tramo de la autovía que comunica Vigo y O Porriño, en donde «tenemos que tomar curvas a 60 kilómetros por hora, tiene una densidad de coches excesiva y, aún por encima, se hacen obras que paralizan durante semanas dejando las señales verticales instaladas, lo que provoca gran confusión entre los conductores, que desconocen a qué indicaciones hacer caso, si a las de siempre o las que se colocaron con motivo de la obra». Santos concluye que son numerosos los viales que pueden ser susceptibles de mejora, pero que en líneas generales las carreteras se van arreglando y no considera que la siniestralidad pueda ser consecuencia de la falta de mantenimiento.