Para turistas del siglo pasado

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

Vigo mantiene desde hace casi 20 años callejeros obsoletos e indicaciones anacrónicas en mupis verticales

29 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La información turística de Vigo que se ofrece en los mupis repartidos por la ciudad se ha quedado anclada en el siglo pasado. Los mismos planos obsoletos han visto pasar cuatro alcaldes: Lois Pérez Castrillo, Ventura Pérez Mariño, Corina Porro y Abel Caballero. Durante sus mandatos, cortos, medios, largos o eternos, los paneles que ofrecen al visitante indicaciones para orientarse en el mapa siguen siendo los mismos. Mientras tanto, todo ha cambiado. Sobre todo el turismo, que ha aumentado de una forma espectacular. Y por eso se nota más.

Antes, rara vez alguien paraba a un vigués para preguntarle una dirección. Y si le paraba, las dos preguntas eran siempre las mismas: ¿Dónde está El Corte Inglés? y ¿Dónde está la calle de las ostras? Ahora, la demanda de información es constante y los paneles callejeros no ayudan gran cosa. Es más, conducen a error, ya que están plagados de incorrecciones y anacronismos.

El ejemplo más claro aparece en letras bien grandes en la parte superior izquierda del plano, donde se sitúan las Illas Cíes y como dato adicional, entre paréntesis: Parque Natural. Como es de sobra conocido, se declaró Parque Nacional en el año 2002.

La cartografía del callejero vertical es correcta. En cambio, aparecen acotaciones al margen que son un despropósito. Bajo el epígrafe «Monumentos de Vigo» aparecen señalados elementos que no lo son (como la estación de tren, bus, marítima y de ría, el edificio de hacienda y juzgados, y los centros sanitarios) otros que sí son monumentos pero que tampoco tienen gran interés (la estatua de El Pescador en O Berbés) y otros que no existen (como la cárcel, el Hospital Xeral o el policlínico Cíes) o han cambiado de nombre: Centro Cultural CAV por Afundación. Sorprende, por otra parte, que no se indiquen otros elementos, como el Estadio de Balaídos, el Sireno, que ya estaba en la etapa de Castrillo. El Museo de Arte Contemporáneo, Marco, no aparece porque es obvio que la cartografía es anterior a la inauguración del mismo, en el 2002. El documento lleva en la parte inferior derecha la firma de la empresa que lo hizo, El Mobiliario Urbano S.A, con sede en Madrid.

La información local sí está actualizada en los soportes web y redes sociales

Afortunadamente para los visitantes, la información turística está actualizada en muchos otros soportes. El Concello de Vigo se ha preocupado de poner al día las necesidades de los usuarios. Internet es una de las ventanas más activas y a través de la web turismodevigo.org (con presencia, además, en Facebook, Twitter y YouTube) se puede encontrar información actualizada.

La Oficina de Turismo ubicada en el edificio de la Estación de Ría también ofrece a los viajeros todo tipo de indicaciones por parte de las personas que están detrás del mostrador, que cuentan también con mapas y folletos más actuales que los que se pueden ver en los mupis repartidos por numerosas calles de Vigo, algunos, pegados a espacios de llegada de turistas, como el que está entre Lepanto y Alfonso XIII, en la glorieta de acceso a la estación de ferrocarril. Allí se paran cada día decenas de personas para situarse nada más bajar del tren.

El soporte en papel que se ve a pie de calle parece ser el peor tratado, pero hay otros ejemplos de que no todo se ha quedado anclado en el pasado. Precisamente frente a la oficina turística se sitúan planos e información sobre rutas temáticas que se pueden hacer en la ciudad: Vigo Antiguo, Vigo Marítimo, Vigo Señorial y Vigo Ayer y Hoy. Además de texto (en castellano y en inglés) y fotos, incorporan códigos QR que facilitan a los visitantes seguir los paseos sugeridos por la arquitectura local. La web del Concello de Vigo también dispone de un completo callejero con buscador e información sobre dónde hallar puntos de atención al visitante. Algunos ya se han quedado también obsoletos, como la Casa da Xuventude.