Muere en Cuba el «rey de las empanadas» en Citroën

LOIS PÉREZ LEIRA

VIGO CIUDAD

Cedida

Residía en la Habana desde hacía 35 años y ejerció de guía para muchos vigueses que visitaron la isla

29 sep 2017 . Actualizado a las 17:19 h.

José Miguel Gómez Millán, Pucho, murió ayer en Cuba a los 85 años de edad. Su nombre y su figura, popular desde hace años en la ciudad, serán recordadas como las de un panadero amigo de los trabajadores. Tanto fue así que se le conocía como el «rey de las empanadas» en Citroën, ya que, según recuerdan trabajadores de la planta automovilística, producía más de 1.500 porciones al día que se vendían entre los empleados. Su vida estuvo marcada por la muerte de su padre, Miguel Gómez Pardo, conocido como el sastre del Calvario, fusilado el 30 de octubre de 1936, pocos días antes del alzamiento nacional.

El fallecimiento del progenitor derivó en una dura infancia para él, sus hermanos y madre. Es por eso que Pucho, para mantener a la familia, comenzó a vender en el antiguo mercado del Calvario productos de cerdo. Con la inauguración del nuevo recinto se instaló en uno de los puestos. Con la mayoría de edad cumplida aprendió el oficio de panadero. No tardó en abrir su primer negocio y formar una familia. Fueron muy conocidos en Vigo sus dos establecimientos, uno localizado en la zona de Gran Vía y el otro en el Berbés.

Pucho, antes de su jubilación, comenzó a viajar a Cuba por interés político y turístico, dejando sus negocios en manos de su hijo. Él se sentía, según relataba a sus amigos, rejuvenecido y admiraba a Fidel Castro. Sus viajes duraban cada vez más tiempo, hasta que conoció a una mujer y se casó. A partir de ese momento comenzó a residir en la isla. Desde entonces han pasado 35 años.

En Cuba, Pucho se convirtió en un embajador de Galicia para todos los vigueses que llegaban a la Habana. Lo mismo les preparaba la comida que les llevaba de visita por la ciudad. Fue un apasionado defensor de la revolución cubana y un difusor de la ciudad de Vigo. En los últimos años alcanzó su sueño de repartirse entre su país de origen y el de adopción.