La asociación Bicos de Papel agrupa a menores afectados con enfermedades oncológicas
21 sep 2017 . Actualizado a las 22:48 h.Siete niños afectados por enfermedades oncológicas han visitado esta tarde la comisaría de la Policía Nacional de Vigo para conocer las instalaciones y su funcionamiento diario. Los menores se subieron a las motos policiales como entretenimiento y oyeron los consejos de los agentes.
Los niños forman parte de la asociación Bicos de Papel, recientemente constituida, y fueron acompañados por sus padres y miembros de la entidad. Los agentes compartieron las vivencias y entusiasmo de los menores y disfrutaron de la sonrisa de los más pequeños, en palabras de los funcionarios.
La asociación está compuesta por 40 familias y aunque inicialmente iban a visitar la comisaría diez niños solo pudieron hacerlo siete porque dos estaban convalencientes y el tercero se indispuso al llegar y tuvo que regresar a casa. El mayor de los visitantes tenía 16 años y el más pequeño no superaba los tres.
Bicos de Papel da apoyo a familias y la idea es no mostrar preocupación ante la enfermedad para que los niños se sientan tranquilos y hagan una vida diaria normal. Estas actividades son una válvula de escape porque además de recibir el tratamiento para su enfermedad los niños deben ir al colegio. De esta forma, no perciben nada extraño en su vida diaria, por lo que llevan mejor sus dolencias.
Los menores visitaron las dependencias de la Policía Científica donde aprendieron que todo el mundo tiene una huella digital distinta a la de los demás. En el departamento de los Tedax, especialistas en desactivar explosivos, los pequeños conocieron cómo funciona un robot. También se subieron a las motos y los coches patrulla. Finalmente, acudieron a la centralita del 091, donde vieron las pantallas de vigilancia de la ciudad. Otra de sus actividades fue visionar un vídeo policial destinado a un público de 4 a 12 años.
La visita estaba prevista para realizarla en una hora pero, debido al interés de los niños, se prolongó durante dos horas y media. Fueron acompañados por madres y cuidadoras.