«La mayoría de las enfermedades reumáticas no dependen de la edad»

s. antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

El doctor Ceferino Barbazán abre mañana martes las charlas saludables de La Voz, de entrada libre en la sede de Afundación

18 sep 2017 . Actualizado a las 12:15 h.

35 años de profesión, que son los que acumula Ceferino Barbazán, jefe del servicio de Reumatología del Chuvi, dan para mucho. Incluso, para que la mayoría de sus pacientes hayan aprendido que el reuma, ese cajón de sastre en el que tienen cabida hasta 300 enfermedades diferentes, no existe. «Lo que existe son las enfermedades reumáticas, cuya lista es inmensa, aunque las más habituales son la artrosis, la artritis psoriásica, la osteoporosis o el lupus eritematoso», dice.

Precisamente, este es el tema sobre el que versará la conferencia que pronunciará mañana martes en el auditorio de la sede de Afundación (Policarpo Sanz, 24), a las 20.00 horas. La Voz inaugura así su ciclo de charlas saludables, de entrada libre para el público hasta completar aforo, en colaboración con el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo.

Otra idea que también echará por tierra el doctor Barbazán es que los dolores de huesos, músculos y articulaciones están asociados a la edad. «Eso no es cierto. Es verdad que enfermedades como la artrosis, el desgaste o la osteoporosis son más típicas de personas mayores, pero el resto no están ligadas a la fecha de nacimiento. De hecho, la mitad de los pacientes que vemos cada día en la consulta no han cumplido los 40, y muchos son niños», afirma.

Añade que suelen ser factores genéticos o ambientales los que desencadenan la aparición de enfermedades inflamatorias, por lo que no hay prevención posible. «No hay manera de anticiparse a un lupus o a una artritis reumatoide», dice. Los hábitos de vida influyen poco o nada en la gran mayoría de los casos. «Claro que hay excepciones», señala. Pone como ejemplo la gota o la osteoporosis, en las que la dieta y el ejercicio resultan aliados valiosos.

Recurre a un ejemplo bien gráfico para explicar que el hecho de que a una persona le haya tocado una calidad de huesos y de articulaciones a prueba de casi todo, no significa que no termine en la consulta del reumatólogo: «Un Rolls Royce es un coche muy bien fabricado, duro y resistente, pero si circula a diario por corredoiras, se dedica a transportar toneladas de piedras y duerme bajo la lluvia y el granizo, acabará destrozado. Una cosa es la calidad de la estructura ósea y otra lo que se hace con ella».

Asegura el doctor Barbazán que la suya es una especialidad en la que la palabra curación se pronuncia en raras ocasiones. «Hay muy pocas enfermedades reumatoides que tengan cura. Son crónicas. Lo que sí hacemos es controlarlas. Ese control es posible en el 98 % de los casos». La buena noticia, dice, es que desde hace algo más de una década «disponemos de un importante arsenal terapéutico, caro pero muy eficaz, que nos permite frenar desde luego enlentecer el avance de la enfermedad».

Señala que ese arsenal resulta especialmente eficaz en el grupo de enfermedades que producen inflamación, no solo de las articulaciones sino también del corazón, el pericardio, el hígado o el riñón. Y recuerda que «controlar la inflamación es controlar el dolor y la evolución del proceso». Lo que resulta imposible es revertir el daño que ya esté hecho. Por eso, dice, «es muy importante disponer de un diagnóstico temprano».