Para retratar Europa de punta a punta, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, utilizó la expresión «De Vigo a Varna». 2.973 kilómetros nos separan de la ciudad búlgara situada a orillas del Mar Negro. Esto en línea recta, porque si fuésemos por carretera deberíamos recorrer 3.818 kilómetros.
En el imaginario de Juncker esta es la distancia que retrata las grandes dimensiones de la Unión.
«Europa debe ser una Unión de igualdad, igualad entre sus miembros, grandes y pequeños, del este y el oeste, del norte y del sur; Europa se extiende de Vigo a Varna, desde España hasta Bulgaria», dijo en su discurso en Estrasburgo. Gracias al presidente de la Comisión hemos descubierto en Vigo que tenemos unos hermanos al otro lado del continente. Porque buceando por la red, Varna tiene nuestras dimensiones y población (330.000 habitantes).
Además, es conocida como «la ciudad del mar» y, aunque destaca por su industria, en verano es un enorme centro de vacaciones, a cuyas playas van a solazarse los búlgaros del interior como aquí nuestros camaradas ourensanos ocupan su Samil. Además, Varna es la capital de la Eurorregión del Mar Negro, al igual que aquí disfrutamos de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal.
Así que hay que agradecerle a Juncker que, con su ejemplo de esta doble V, nos haya presentado a nuestros primos búlgaros. Ya solo falta que Ryanair nos sorprenda en Peinador con un vuelo. Porque yo estoy deseando ir a veranear a la «verni, smeli i vinagi polezni», o «leal, valerosa y siempre benéfica» ciudad de Varna.