El verano los ha apartado de Samil, pero poco a poco retornan a la zona de playas

La Voz

VIGO CIUDAD

13 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta 27 camiones de pequeño tamaño matriculados en Rumanía y Chequia se llegaron a acumular a finales de junio en dos de los aparcamientos de la playa de Samil. Divididos en tres grupos, según señalan transportistas locales, esperan a ser contratados para realizar portes internacionales, o descansar las 45 horas reglamentarias en toda la UE para el sector del transporte. Los camioneros duermen y viven en las cajas traseras de sus propios vehículos y utilizan los servicios públicos del arenal vigués, aunque también recalan en O Vao y en el aparcamiento ubicado ante la capilla del Carmen. La afluencia a las playas en verano les ha apartado de la costa, pero ya han comenzado a volver a ella.

«Viven dentro de camiones de dos por cuatro metros entre tres y seis meses»

«Es una práctica tercermundista en un país que pasa por ser desarrollado. Viven dentro camiones de dos por cuatro metros entre tres y seis meses, y cobran ocho veces menos que un camionero en España», dice Juan José Gil, secretario técnico de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) a modo de retrato de la situación social y laboral de los camioneros llegados del Este.

«Nos hacen un daño brutal», pero subraya que en la mayoría de los casos se trata de empresas constituidas por españoles en otros países donde rematriculan camiones que habían sido comprados en España, y cierran el círculo contratando personal en Rumanía y Bulgaria, fundamentalmente, a bajos salarios.

«Los camiones solo van a los países donde están matriculados una vez al año, a pasar la ITV», asegura Gil.

Sus compañeros de las asociaciones de transportistas gallegos habían apuntado que las grandes industrias de la comunidad son los que surten de encargos a dichas flotas volantes, a través de intermediarios o empresas españolas deslocalizadas en el Este de Europa.

«Cuando se trata de grandes portes se puede ver con todo el descaro como la cabeza tractora tiene matrícula de uno de esos países y en cambio el remolque cuenta con placas de España», apunta el secretario técnico de Fenadismer para resaltar la vinculación de empresarios nacionales con el contingente de camiones llegados del Este. «Pagan impuestos y cotizan allí, pero trabajan aquí, y eso hay que regularlo», concluye.