Nación de naciones

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO CIUDAD

11 sep 2017 . Actualizado a las 22:09 h.

Vigo es una nación y el Celta, su selección. La frase es de Julián Hernández, ideólogo de Siniestro Total, la banda más emblemática de nuestra ciudad. Rock en Samil podría ser la mejor versión de la historia de la música, si no existiese Miña terra galega. Ambas superan a sus originales: el Rockaway Beach de los Ramones y el Sweet Home Alabama de Lynyrd Skynyrd.

Sólo por estos dos temas, Siniestro Total ya merecerían un viguesado distinguido. Al fin y al cabo, la reina Isabel II invistió a Mick Jagger como Caballero de la Orden del Imperio Británico. Así que aquí bien merecerían Julián, Soto, Avendaño y compañía un reconocimiento de la ciudad a la que tanto han servido. Pero está visto que estos premios están reservados en Vigo a quienes cantan sentidas habaneras, a ser posible llevando pajarita.

Elogiados como se merecen los muchachos de Siniestro, llega el momento de discrepar con ellos. Porque Vigo está muy lejos de ser una nación. Es, más bien, una nación de naciones, como la que proclama últimamente Pedro Sánchez. De hecho, si aquí iniciásemos un procés y declarásemos la independencia, poco íbamos a durar unidos. Porque, en ese supuesto, ¿cuánto tardarían Bouzas o Lavadores en pedir la autodeterminación? ¿Alguien duda de que habría una República Independiente del Calvario? ¿Y quién evitaría Cortes Constituyentes en Teis?

Con permiso del señor Hernánez, Vigo no es una nación. Es una nación de naciones. Cuando proclamemos la independencia, nuestra única fórmula viable es una república federal.