Aseguran que se marcharán hoy al hacerse firme la sentencia de desahucio
08 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La sentencia que obliga a marcharse a los okupas que sembraron el pánico entre los vecinos del número 205 de la Travesía de Vigo se hace firme hoy viernes. Los intrusos deberán abandonar el inmueble en el que llevan más de un año porque, de lo contrario, será la policía la que los fuerce a marcharse. Ayer aseguraron a La Voz que se van hoy, pero los vecinos no lo van a creer hasta que no lo vean, según expresó ayer el presidente de la comunidad de propietarios, Manuel Alonso. Durante este tiempo aseguran que se han ido unos okupas y han vuelto otros. «Esto es un ir y venir de gente», afirma una vecina.
Las 96 familias que residen en este inmueble podrán respirar tranquilas y recuperar la normalidad de sus vidas cuando el piso quede por fin vacío. Atrás dejan una innumerable cantidad de reparaciones que han tenido que realizar durante los últimos meses debido a los continuos destrozos que se han producido en las zonas comunes. Interruptores, ventanas, paredes y puertas han sufrido daño por culpa de la conducta incivilizada de estos inquilinos. También han tenido que cambiar varias veces la cerradura del portal porque, como no tienen llave para entrar, la rompen.
«A nosotros nos da igual que estén en el piso del banco, pero que nos respeten y que no se metan con nosotros», comenta el presidente de la comunidad. Asegura que durante los últimos días no ha sido así. «Han montado bronca, se meten con la persona que reparte el pan y hacen ruido hasta altas horas de la noche», añade. Así lo atestigua también Mari Carmen, vecina del piso de al lado, que los ve escupir por la ventana y está cansada de los portazos que dan a la puerta y los gritos que se escuchan. Además tiran desperdicios por la ventana, que se acumulan dentro del recinto de la comunidad.
Una quincena de vecinos de este bloque de viviendas del barrio de Teis tuvieron que personarse en agosto en el juzgado de instrucción número 7 de Vigo para denunciar a esta pandilla de okupas, a los que acusan de coacciones y agresiones que los tenían atemorizados.
La comunidad reunió un centenar de firmas para promover el desalojo urgente de los vecinos, que por fin tendrá que hacerse efectivo hoy.
Aseguran que la pandilla está integrada por tres o cuatro ocupantes fijos y amigos que entran y salen. La vivienda okupada pertenece al banco de Santander y quedó vacío después del desahucio de una mujer hipotecada con tres hijos.
Al parecer, la pandilla de okupas fue expulsada de un grupo rival de otro edificio que se encuentra en el mismo barrio.