Robo a la historia

Jorge Lamas Dono
Jorge Lamas EL ÁTICO

VIGO CIUDAD

17 ago 2017 . Actualizado a las 12:32 h.

La reciente imputación de un posible delito de receptación de piezas arqueológicas a un vigués vuelve a plantear un problema irresoluto aún en los yacimientos vigueses. ¿Qué medidas se pueden aplicar para que puntos de máximo interés patrimonial estén más o menos seguros? Un paseo por el borde litoral vigués da una idea aproximada de cuál es la delicada situación actual.

Desde Alcabre hasta el Museo do Mar, por situarnos en un lugar interesante, la sucesión de yacimientos es casi ininterrumpida. La presencia romana en estos lugares fue muy intensa y dejó numerosos vestigios. Sin embargo, ni han sido suficientemente estudiados, ni tampoco protegidos. No hace mucho, la policía autonómica fue avisada de que merodeaba por la zona un individuo con lo que parecía un detector de metales. Entonces sí se incautó el cuerpo encargado de proteger el patrimonio algún material susceptible de incorporarse al mercado negro. Aquello fue una acción puntual fruto de la colaboración ciudadana, pero no se establecieron fórmulas para evitar un nuevo expolio, que quizá ya se haya vuelto a producir.

El tratamiento oficial del patrimonio debería ser estricto, y más ahora que parece que en Vigo algo está cambiando en este ámbito. Por lo menos, se aprecia que sí se ven los réditos a las inversiones hechas hasta ahora en ese aspecto. Pero habría que ir más allá y señalizar todos los lugares importantes para que cualquier ciudadano responsable dé el aviso oportuno cuando son violados estos lugares. Para que toda persona interesada esté involucrada en la protección de su propio pasado.