Las barbacoas vuelven a asar en Castiñeiras doce años después

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Marcos Gago

Instalaron dos casetas para que los visitantes preparen su comida

12 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras Vigo sigue pendiente de que se ultime la creación de una barbacoa que no genere peligro de incendio en los montes del municipio, los visitantes que se acerquen al lago de Castiñeiras, en Marín, ya pueden volver a asar en este paraje natural después de que el Concello inaugurase ayer dos espacios homologados para cocinar en el parque. Este es uno de los escasos lugares naturales de Galicia donde se puede asar en verano, tras la prohibición impuesta a nivel estatal por un mortal accidente en Guadalajara en el 2005 provocado por una barbacoa. El veto a asar en el lago agudizó su deterioro, ya que muchas personas dejaron de visitar un enclave, donde el asado al aire libre era uno de sus atractivos.

Los nuevos asadores se ubican en dos puntos del parque, uno a la entrada junto al lago y otro cerca del cruce del vial que sube a Cotorredondo. Se trata de estructuras de piedra, con cuatro parrillas cada uno, tapados y con unos muretes de piedra que impiden la dispersión de ceniza y de chispas. El modelo cuenta con el visto bueno de las consellerías de Medio Ambiente y Medio Rural y la obra se acometió con una subvención de Turismo de Galicia. Los dos espacios habilitados y cubiertos son los únicos autorizados para cocinar en los montes de O Morrazo.

Al acto inaugural acudieron la alcaldesa de Marín, María Ramallo, y los presidentes de las comunidades de montes de San Xulián y San Tomé.

Mejora del lago

La regidora marinense, María Ramallo, explicó que el gobierno local está gestionando ante Augas de Galicia la forma de recuperar el propio lago de Castiñeiras. En estos momentos, el estanque afronta un problema básico: la escasez de agua, causado por la prolongada sequía y que ha hecho que gran parte del vaso se encuentre casi seco. De hecho, se puede ir andando sin apenas mojarse desde la orilla del lago hasta el pequeño islote central. Un segundo problema se debe a las filtraciones de la presa y carretera que contienen el vaso. Su deterioro impide que el lago preserve el agua con normalidad y acelera su secado.

La regidora indicó que se está hablando con varios departamentos de la Xunta para que se elabore un informe sobre cómo actuar a la hora de poner fin a la fuga de agua por el mal estado de la presa. También se valora la viabilidad de la limpieza del propio vaso, que ahora que está casi seco, deja a la vista la conveniencia de retirar lodos y mejorar su estructura. Además sería una buena oportunidad para retirar fauna invasora como carpas y galápagos de Florida, arrojados al agua por personas que se quisieron deshacer de ellos.

Cabe recordar que representantes de la Xunta, en visitas al lago en estos años, anunciaron en varias ocasiones estos trabajos, sin que se llegasen a realizar.