Hijo de inmigrantes lusos, el chófer residió en Nueva York, Egipto, Jordania, Guatemala y habla cuatro lenguas
10 ago 2017 . Actualizado a las 12:41 h.Residió en Estados Unidos, Guatemala, Jordania, Egipto, Portugal y España. Trabajó como adiestrador canino, militar, cocinero, conductor y desde hace dos años es el responsable de mostrar los puntos más pintorescos de Vigo. Joaquim Possidonio es el chófer del autobús turístico que recorre la ciudad. Nació en Portugal, se mudó a Vigo a los doce años, pero él se considera «un ciudadano del mundo» al que todavía le faltan lugares por descubrir, como Australia o Tailandia, y que anhela regresar a América.
Tras su periplo intercontinental, Possidonio regresó a Vigo en el 2011. Antes de ingresar en Vitrasa, la empresa concesionaria del transporte urbano en la ciudad olívica, ejerció de cocinero en diversos restaurantes. Su pasión por la cocina le viene de cuna pero la profesión la descubrió en Guatemala. Sin embargo, el lugar de Joaquim no estaba en los fogones, sino a los mandos del volante.
Después de un breve período de adaptación en las líneas regulares, su conocimiento del inglés, francés, portugués y español, además de su facilidad para tratar con la gente lo colocaron como el candidato ideal para enseñar la ciudad. «Parece como si acabase de salir de la cárcel porque no dejo de hablar con la gente», bromea el chófer. En los noventa minutos que dura el paseo por la ciudad, Possidonio es capaz de recomendar sitios para comer, advertir con mucha gracia que el autobús no espera por nadie e incluso revelar un secreto del Castro que pocos conocen y a todos sorprende: que lo habita un conejo que de vez en cuando se deja ver por las zonas ajardinadas. «Yo soy un vigués más y al empezar a trabajar aquí me di cuenta que no sabía nada de la ciudad», admite. Ahora es todo un experto capaz de narrar la historia de símbolos vigueses como el barco de la rotonda de Coia, que pronto tendrá su hueco en la locución que escuchan los pasajeros y que él mismo se encargó de traducir al portugués.
Pero su misión al frente del bus descapotable es solo una pequeña parte de un currículo cargado de vivencias. A los 18 años se alistó en la división aérea del ejército portugués, donde se encargaba de enseñar a los perros a detectar drogas u explosivos. Pero fue su matrimonio con una instructora de tiro de la ONU lo que lo llevó por medio mundo. Nueva York fue su primer destino. Trabajó como conductor de camiones y se encargaba del transporte de mercancías entre la coste este y oeste. «El Gran Cañón es impresionante», destaca de esta ruta. El traslado a Guatemala le permitió conocer gran parte del Caribe y nueve meses en Jordania bastaron para descubrir joyas como Petra. Pero el santuario particular de este nómada está en Samil.
3.683 pasajeros
Desde enero a agosto
El número de pasajeros que viajaron en lo que va de año en el autobús turístico de Vigo es de 3.683 pasajeros. En una tendencia ascendente -7.321 pasajeros en el 2015 y 7.872, en el 2016- las previsiones indican que este año el número de usuarios seguirá creciendo.