Oro pionero en el taekuondo playaCampeón del mundo de taekuondo playaEs noticia

míriam v. f. Eduardo Rolland VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El deportista del Tao vigués estrena el palmarés en el primer mundial de la modalidad

28 jul 2017 . Actualizado a las 19:22 h.

EDel pabellón a la playa para colgarse un nuevo oro. Samuel Meilán, que lleva casi 30 de sus 33 años practicando taekuondo en el club Tao vigués de su familia, está acostumbrado a coleccionar medallas en su disciplina. Pero la más reciente es histórica: acaba de convertirse en el primer campeón mundial de taekuondo playa en la categoría de mayores de 30 años, pues nunca hasta el pasado fin de semana en Rodas se había organizado una competición en esta superficie.

El mundial se concibió como una manera de poner el foco en este deporte, pero también como una forma de poner a prueba a los deportistas. El balance de Meilán no puede ser más positivo en ninguna de las dos vertientes. «Se pensó para promocionar el taekuondo, que nos hace mucha falta», señala el vigués. Y para conseguirlo se apostó por «colocar un tapiz muy cerca del mar, con música en los descansos, exhibiciones para la gente que no está familiarizada» y, en definitiva, para «hacerlo mucho más ameno y despertar la curiosidad de la gente».

Para los competidores el cambio fue radical. Empezando por la indumentaria, pues se permitían incluso gafas de sol, tops, prensas ajustadas, pantalones cortos y «cualquier cosa menos el dobok habitual». Pero si en ese sentido podían sentirse más cómodos, con lo demás era al contrario. «Es muy diferente. Estás acostumbrado a un recinto cerrado, sin sol ni aire, a las mismas condiciones en las que entrenar siempre sin ningún agente externo que interfiera o que te pueda llegar a dificultad la realización del ejercicio», recuerda Meilán.

A sabiendas de que esas condiciones iban a mediatizar el desarrollo del campeonato, él tenía claro que la adaptación sería lo que marcaría las diferencias. «Al tener playa en Vigo y gustarme como me gusta, estoy habituado al sol y al calor. Aunque no había entrenado específicamente no me influyó mucho. Sí me afectaron un poco más las ráfagas, pero si las hay para mí, también para el otro», recuerda.

La respuesta en competición era una incógnita, pero en su caso fue inmejorable. «Son sensaciones nuevas, y un nuevo sistema de puntuación con banderas en vez de numérico, también para hacerlo más comprensible a todo el mundo», describe. Sin embargo, él confiaba en sus posibilidades. «En lo que va de año participé en cuatro competiciones, dos nacionales y dos internacionales, y logré cuatro oros. En mi fuero interno pensaba que podía ganar, pero sabía que habría mucho nivel», asegura.

De hecho, su club dudó al inicio sobre si participar o no. La primera idea era no hacerlo. «Nuestro entrenador era más bien reacio, pero a medida que se empezó a inscribir gente y que vimos que iban muchos representantes de países asiáticos, que son los dominadores del taekuondo, vimos que iba a haber nivel y que podía estar bien. Fue la mejor decisión que pudimos tomar», celebra. No solo él -que venció con claridad (5-0) a un oponente turco que llevaba más de cinco años sin perder- cosechó un éxito importante, sino que el Tao se llevó cuatro medallas y el Hebe moañés conquistó dos.

Después de haber sido bronce mundial hace diez años, este éxito pasa a ser para Meilán el más destacado de su trayectoria. «Está siendo el mejor año de mi carrera sin duda», proclama. Porque en los dos días siguientes al Mundial de taekuondo playa se celebró, ya en pabellón y también en Rodas, el Europeo. Y se subió nuevamente a lo más alto del podio. «Me quedo con el mundial más que nada por la victoria ante el turco. Era el favorito y se daba por hecho su triunfo, pero yo para mis adentros me decía que podía ganar y lo acabé logrando».

Ahora ya piensa en ir haciendo hueco a la próxima cita en su agenda. Porque se muestra convencido de que se va a repetir. «Fue todo un éxito. Las gradas estaban llenas, que es algo que nunca pasa en un deporte como el nuestro. No es suficientemente conocido», lamenta. Y lo compara con la trascendencia de la semifinal europea del Celta en los últimos días. «Todo el mundo habla de ello. Tenemos que seguir haciendo iniciativas como estas para que el taekuondo se conozca y también se hable de que un club de Vigo ha conseguido estos resultados en un mundial». Pasarse a la playa se ha revelado una manera efectiva y garantía de éxito para él.

s noticia. El concejal y senador vigués Miguel Fidalgo ha presentado sendas preguntas al Gobierno, interesándose por el AVE a Vigo. Obra que, unos presupuestos más, seguirá arrumbada en un cajón, sin dotación suficiente ni siquiera para concluir el estudio de impacto ambiental. No hay ningún interés en acometer la variante por Cercedo, la que nos permitiría viajar a Madrid sin hacer un ridículo rodeo por Santiago.

La iniciativa de Fidalgo es noticia porque ya no recordábamos algo semejante. Hace mucho que un político del PP no pregunta nada de interés para Vigo ante el Gobierno. Obedientes y disciplinados ante Santiago y Madrid, lejos quedan los tiempos en que Carlos Mantilla, por ejemplo, daba una rueda de prensa por semana para hablar de sus gestiones en las Cortes. El nuevo rumbo de los populares en la ciudad pasa por fajarse en temas locales, pedestres, de farola y macetero, y olvidarse de todo lo demás.

Por eso esta semana emocionaba escuchar a Fidalgo. En resumen: ¡Un político popular haciendo ver que defiende intereses de Vigo! ¡Y ante su propio Gobierno!

Cierto que el Senado tampoco es un órgano decisivo. Está tan vetusto que, si dices AVE, igual te responden «¡Ave!» como en la antigua Roma. Y tampoco es probable que la pregunta tenga consecuencias, porque a estas alturas ya está todo el bacalao presupuestario repartido. Pero la sorprendente iniciativa de Fidalgo resulta impactante: un senador popular por Vigo defendiendo en el Senado algo bueno para Vigo. Por lo inaudito de semejante ocurrencia en los últimos años, sólo nos resta repetirnos: ¡Es noticia!