El Rápido, ante el partido más importante de su historia

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

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Se juega el ascenso a Segunda B frente al Peralada y el calor

25 jun 2017 . Actualizado a las 17:54 h.

El gran día del Rápido de Bouzas ha llegado. A las seis y cuarto de la tarde sobre el césped del campo del Peralada echará a rodar el balón del encuentro que decidirá si el equipo de Patxi Salinas alcanza las cotas más altas de su historia con el ansiado ascenso a Segunda B.

El partido de ida concluyó con un 1-1 que obligará a los de Patxi Salinas a ir a por el partido, pero a la exigencia que impondrá un rival con grandes jugadores se ha sumado otro obstáculo: el calor. «Estamos asfixiados, hay sobre 33 o 34 grados y el calor es pegajoso», comentaba ayer el técnico desde Cataluña, «pero aunque me imagino que ellos estarán más acostumbrados, es mal enemigo para los dos equipos».

En el cuadro de Bouzas son conscientes de que están ante el partido más importante del año, y esta vez no es una frase hecha. «Si el 18 de julio alguien nos hubiese dicho que estaríamos a 25 de junio peleando por ascender, no nos lo hubiésemos creído, así que para nosotros esto es acojonante. Si ganamos, hacemos historia», insiste el entrenador.

Durante la última semana el Rápido ha seguido una buena dinámica de trabajo pero conviviendo con una sensación diferente. En la plantilla hay cierto nerviosismo, «tenemos ese gusanillo en el estómago», admite Salinas, «pero vamos a salir sin miedo».

Ser un equipo reconocible

Si algo tiene claro el vestuario del Bouzas es que hoy deberá ser más fiel que nunca a sí mismo. Eso es lo que su entrenador les ha pedido en las horas previas al partido. «Quiero un equipo valiente que sea fiel a lo que ha hecho todo el año, igual de sacrificado. No quiero nada extraordinario, solo que me den lo que me han dado hasta ahora, porque sé que así, pase lo que pase, estaré orgulloso». En el duelo de ida los nervios pasaron factura a los aurinegros y no se pudo ver la auténtica cara de los vigueses hasta que parecía que ya estaba todo perdido. Fue esa valentía la que rescató un empate que puede ser de oro esta tarde.

Pero ni tan siquiera cuando el ascenso a Segunda B está en juego se para el mundo, y esta vez dos boucenses no han podido compaginar fútbol y vida privada. Nando, por estudios, y Raúl, por trabajo, no han podido viajar con el equipo, por lo que el Rápido se queda sin poder disponer de dos de sus delanteros para el partido más importante de su historia reciente. Sí estarán en la distancia, como muchos otros aficionados. «Lo que quiero es que los chavales recuerden a toda la gente que tienen apoyándoles desde la distancia». Serán el duodécimo jugador.