«Da más trabajo crear experiencias, pero podemos vender a este precio»

Carmen García de Burgos REDACCIÓN / LA VOZ

VIGO CIUDAD

MARCOS CANOSA

25 jun 2017 . Actualizado a las 04:56 h.

En su segundo año de vida facturaron medio millón de euros vendiendo pulseras náuticas. La historia de estos dos ingenieros de 27 años es tan peculiar como exitosa. Compañeros de carrera, habían coincidido en una asociación de emprendedores, y su compenetración los llevó a decidir montar algo juntos. Pusieron en marcha cuatro páginas web a la vez para vender cuatro productos diferentes, y se quedaron con el que mejor funcionó.

Fue el de las pulseras. Un broche de acero inoxidable y un diseño atractivo pusieron en marcha una maquinaria que ya tiene vida propia. El capitán Carrick es el que se encarga de contestar, agradecer y contactar a los clientes actuales y potenciales. Pero, además, manda en cada caja de envío una bolsita con arena de playa. El objetivo está claro, al menos para el cliente: «Que perdure una experiencia momentánea, que dure en el tiempo», explica Brais Comesaña.

Que se mantenga, por lo menos, lo mismo que la propia marca, radicada en Vigo y que sus fundadores saben que está abocada a desaparecer. No les preocupa ni entristece. Lo único que quieren es, cuando llegue ese momento, estar preparados y tener otras dos o tres más listas para lanzar. La idea es crear un paraguas que cobije unas cinco marcas y no descansar nunca. «Tienes que querer hacer cosas, ser proactivo», confirma el joven ingeniero.

Javier Estévez lo corrobora. Son autodidactas y aplican la técnica de prueba/error. El último éxito fue la personalización de las pulseras, algo que le estaban demandando los clientes desde hacía tiempo. «Da más trabajo crear una experiencia y una comunicación elaborada, pero creemos que solo así podemos vender al precio que vendemos», admite.

Y lanza un consejo para navegantes: «Cuando el negocio empieza a funcionar tienes que sacarte de encima la logística y dedicarte a vender».