Los sanitarios de Vigo urgen a reducir la espera para nueve pruebas diagnósticas

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

El plan estratégico del área propone controlar a los servicios que piden más

23 jun 2017 . Actualizado a las 13:47 h.

El nuevo plan estratégico que está a punto de finalizar el Sergas para Vigo toma una foto fija de la situación de los hospitales y centros de salud del área sanitaria. Es una imagen con un valor añadido: no ha sido tomada por la dirección del Servizo Galego de Saúde, sino por los profesionales que han participado en la elaboración del plan estratégico, que son 363. Ese plan, difundido ayer entre los profesionales del área sanitaria, marca como objetivo prioritario la reducción del tiempo de espera para una consulta, una prueba diagnóstica o una operación en Vigo. El documento, al que ha tenido acceso La Voz, incluso establece que la reducción de la demora es un objetivo prioritario para este mismo año. Las próximas semanas se marcarán los indicadores concretos.

Pero de entrada, los profesionales ya han identificado los principales problemas, que el documento llama cuellos de botella de la lista de espera.

Pruebas diagnósticas

Nueve agujeros. Hay nueve pruebas diagnósticas que son un cuello de botella para las listas de espera: la endoscopia digestiva, la ecografía músculo-esquelética, el estudio de sueño, la ecografía abdominal, la ecografía vascular, la ecografía otorrinolaringológica, el estudio de monitorización cardiocirculatoria, la ecografía tiroidea, la ecografía genitourinaria y la resonancia magnética. Para ellas, el plan estratégico considera fundamental incorporar medidas y excepcionales para reducir la espera.

Si se analizan los datos que el Sergas hace públicos periódicamente, se llega a una conclusión: hay 10.796 vigueses esperando a ser sometidos a alguna de estas nueve pruebas (el dato es del cierre del 2016). Por término medio, aguardan 112 días, que son casi cuatro meses. Pero aquí hay una enorme disparidad, sobre todo en las endoscopias digestivas, y más en concreto en las colonoscopias, que tardan, de media, ocho meses.

Además de reclamar medidas, el plan estratégico establece que se debe controlar a los profesionales que más pruebas piden -«establecer de forma consensuada protocolos de petición cos servizos e unidades máis demandantes», dice-. También propone que si un paciente tiene que someterse a varias pruebas, se concentren en el mismo día o días.

Esta es la primera vez que se analizan de forma global y estratégica las pruebas diagnósticas, que habitualmente quedan al albur de cada servicio.

Consultas

Resultados sin acudir al hospital. En consultas externas también existe un cuello de botella. En este caso, lo protagonizan cinco servicios: traumatología, cirugía vascular, oftalmología, ginecología y neurología. Continuando con el mismo análisis, se observa que estos cinco servicios suman 19.576 personas aguardando una consulta. Son dos tercios del total de la lista de espera. De media, tardan dos meses y medio.

Para los redactores del plan estratégico del área sanitaria, hacen falta medidas extraordinarias también en este campo. Pero proponen más herramientas. Una es convertir la primera visita en una consulta de resultados, como la unidad de mama: el paciente va a hacerse una prueba y en la primera cita ya le dan el resultado; ahora, va al médico, este pide la prueba, y luego vuelve. Otra medida es introducir consultas de resultados no presenciales, que son más ágiles y ahorran visitas al hospital.

Operaciones

Traumatología. No es algo nuevo que uno de los principales problemas de los hospitales de Vigo sea la lista de espera quirúrgica. El cuello de botella es solo uno, para los profesionales sanitarios: la cirugía ortopédica. Es una disciplina enmarcada en la traumatología. Este servicio concentra el 40 % de los pacientes que están pendientes de operarse en Vigo (3.085) y cada operación tarda una media de casi cinco meses.

El plan estratégico también propone medidas excepcionales para reducir la lista de espera. Insiste en hacer una análisis de datos de la duración de las intervenciones para programar mejor los quirófanos y poder operar más. Plantea crear una bolsa de horas para promover las prolongaciones de jornadas cuando las intervenciones se alarguen.