La Policía Nacional atiende cada día diez servicios humanitarios

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GILXOAN CARLOS GIL

La mayoría de las salidas son para ayudar a las personas que viven solas

19 jun 2017 . Actualizado a las 09:56 h.

No todo son detenciones por robos ni casos de violencia física los que atiende la Policía Nacional en Vigo. Por el contrario, cada día acude a otro tipo de misiones bien distintas, las de carácter humanitario. La media se sitúa en diez diarias, según fuentes de la comisaría de la ciudad. Como mínimo tres o cuatro de ellas tienen que ver con la negativa de alguna persona a tomar la medicación. Pueden llegar al extremo de ponerse violentas y de amenazar con arma blanca a los que tienen alrededor.

Generalmente es alguien de su entorno quien avisa a la policía, aunque también recibe llamadas del 061 o de otros ámbitos. Lejos de entrar a saco, los agentes hacen gala de su dotes psicológicas.

«Cuando acudimos, lo primero que hacemos es buscar la complicidad de la persona, casi como si fuera algo casual. Le decimos, por ejemplo, ‘¿qué tal jefe, tiene un problema de nervios? Mi padre también y a mí también me pasa a veces, pero ahora mejoró mucho la ciencia y hay cosas muy buenas. ¿Estás tranquilo? ¿Quieres un poquito de agua? ¿Ahora vas a dar una vuelta?’», comenta el portavoz policial. Y así sucesivamente hasta que, como quien no quiere la cosa, logran que el vecino tome la medicación.

Otro de los servicios más repetidos es la atención a personas que viven solas y que han sufrido algún altercado. También de estos casos suelen tener como mínimo uno diario. «Es un continuo goteo. Hay mucha gente que está sola en casa y tiene problemas de movilidad. A veces nos llaman porque se ha caído, o simplemente para subir a la cama. Otras veces es un problema de sobrepeso. Los vecinos llaman al 112 y nos avisan. También puede ser que nos llamen los propios allegados o personas que tienen negocios en el entorno al echar en falta al cliente», explica el portavoz.

Este tipo de situaciones han aumentado mucho en los últimos años a medida que la población de Vigo ha ido envejeciendo. A esto se suma el hecho de que cada vez sean más las personas que viven solas. Ambas circunstancias hacen que se atienda una media de dos casos al día.

Según el último padrón municipal de Vigo, en la ciudad residen solas 13.000 personas mayores. La cifra supone el 4,4 % de los empadronados. Solo en la última década el aumento ha sido de 3.600 personas, o lo que es igual, de un 30 %. En la provincia los cálculos apuntan a unas 30.000 personas, mientras que en Galicia son 121.000 los mayores de 65 años que viven solos.

 

«Es habitual que se pierdan tres o cuatro personas a diario por despistes o enfermedades»

En la lista de los servicios humanitarios más repetidos por la Policía Nacional figuran los casos de personas perdidas. «Es habitual que se pierdan tres o cuatro a diario por despistes o enfermedades», indica la Policía Nacional. «Nos hemos encontrado con gente que sale a dar un paseo un día de calor y dice que va a su casa. Igual es de Chantada y entonces tenemos que convencerla de que es mejor que vuelva a casa de su hija. La metemos en el coche y la llevamos», añade.

Este tipo de situaciones también han aumentado debido al incremento de enfermedades como el alzhéimer o demencias relacionadas con la edad avanzada.

La baja conflictividad de Vigo es lo que le permite a la Policía Nacional dedicar parte de su tiempo a los servicios humanitarios, algo que en otras ciudades con más sucesos violentos no pueden realizar, tal como explica el portavoz de la comisaría.

Muchos de los casos se atienden en colaboración con la Policía Local, Protección Civil, Bomberos, Salvamento Marítimo o cualquier otro servicio.

Entre las anécdotas que más recuerdan los agentes está la de un suboficial andaluz que tenía unas dotes extraordinarias de convicción. Intercedió ante una pareja empleando todas sus armas psicológicas. La mujer no permitía entrar al marido en casa por llegar con unas copas de más. Después de una conversación con él de casi media hora y de llamar incluso a la mujer, logró que esta no solo le permitiera acceder al domicilio, sino que le dejara ver el partido Madrid-Barça, algo que también consiguieron los agentes con pericia.